Las críticas de los usuarios por el agua fría de la piscina municipal de Piedras Blancas arrecian. Los vecinos aseguran que el agua de la pileta está helada y que no alcanza la temperatura mínima exigible. "El termómetro que se encuentra dentro de la piscina marca entre 27 y 29 grados, pero es absolutamente falso, la temperatura del agua no llega ni a 19 grados", aseguró un usuario. "En el suelo de la puerta de acceso al vaso hay un espacio con agua para mojar los pies y está también helada", añadió.

Las familias de los niños que acuden a los cursillos sostienen que "salen morados de frío de la piscina incluso con camiseta térmica". "Mis hijos, una hora después de terminar el cursillo continúan con los labios cianóticos, incluso abrigados. Muchos castrillonenses derivan a sus hijos para hacer los cursillos a otras piscinas de la comarca porque el agua está mucho más caliente", aseguró el padre de alumnos de Piedras Blancas.

La normativa asturiana prevé que la temperatura del agua de las piscinas públicas cubiertas esté entre 22 y 28 grados, aunque en otras comunidades autónomas se llega hasta los 30 grados. Los padres de algunos alumnos menores de seis años sostienen que sus hijos han tenido que dejar los cursillos o usar trajes de neopreno para combatir el frío.

Algunos usuarios reclaman la reapertura de la piscina infantil, en la que costaría menos calentar el agua "en condiciones".