Los viajeros que aparcaron su coche en el aeropuerto de Asturias el pasado jueves y recogieran su vehículo el martes siguiente, pagaron 60 euros. Todos, menos la propietaria de un "Infiniti" de color blanco que pagará, cuando vuelva, si es que lo hace, 1.200 euros. No, no contrató ninguna clase de servicio de lujo, aunque para haber aparcado más cerca de su avión tendría que haber dejado el coche en la pista de aterrizaje. Al parecer, la mujer, apretada por las prisas de tomar un vuelo a Madrid, "abandonó" su transporte en el carril bus, justo donde los Alsas recogen a los pasajeros de los vuelos: en la misma entrada.

Según ha podido saber este periódico, ahí se quedó el coche seis días, hasta que Aena decidió reaccionar. El martes, a las diez de la noche, una empresa de grúas externa, la Guardia Civil y personal de la empresa pública procedieron a retirar el lujoso carro. Antes, se localizó a la propietaria, por el número de la matrícula. Efectivamente, se pudo comprobar que se trata de una mujer, que por las prisas de tomar su vuelo a Madrid aparcó en el primer sitio que encontró.

El relato se torna aún más rocambolesco. Según fuentes cercanas al caso, la infractora ya no estaría en la capital de España, sino en Rumanía. De aspecto joven, según comentaron testigos presenciales el pasado martes, la mujer regresará el 31 de diciembre. Será antes de que termine 2017, cuando, ya si eso, pase a recoger su coche. En cualquier caso, antes tendrá que hacer una visita a Tráfico y dar muchas explicaciones. Si son convincentes, podrá pasar a recuperar su medio de transporte en el polígono de la Consolación (Corvera). Es una empresa de grúas de esa zona donde el "Infiniti" aguarda a su legítima dueña desde el martes. También tendrá que tirar de billetera. No sólo para sacar el coche del depósito, sino también para pagar las seis multas, de 200 euros cada una, que día a día se fueron acumulando en el parabrisas del vehículo.

En total, más de 1.200 euros le costará una ocurrencia, casi impropia de las películas americanas. Nadie que sabe lo que se juega, por mucha prisa que tenga, aparca en una zona tan insospechada, por caro que pueda ser el parking. Por ello, se puede teorizar que al realizar tal acto, la mujer no pensó en la suma económica que sus actos le acarrearían. De hecho, también hay que tener en cuenta que volar desde Asturias a Madrid no es precisamente barato: 829 euros ida y vuelta, más que un crucero con todo incluido. A ello, hay que sumarle la cuestión de la seguridad. España, como el resto de Europa, atraviesa un periodo de especial sensibilización con el terrorismo. Llama la atención que un coche de una desconocida estuviera seis días aparcado en la misma puerta del aeropuerto.