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Los graves problemas del saneamiento en la comarca

Maqua tendrá un innovador sistema para tratar el agua copiado de Hong Kong

"Es un chiste ligar el alto coste del arreglo de la depuradora al alcantarillado", afirma el PSOE avilesino l La oposición pide explicaciones por "el escándalo"

La cúpula de la depuradora de Maqua. MARA VILLAMUZA

La gigantesca reforma de la depuradora de Maqua estará inspirada, en buena medida, en plantas de Hong Kong. Los técnicos estatales que han redactado el anteproyecto de las obras para la instalación avilesina, que costarán 39,8 millones de euros, tal y como desveló ayer LA NUEVA ESPAÑA, han optado por un sistema para luchar contra la alta salinidad del agua que es similar al que ya funciona en equipamientos de la urbe asiática desde hace años. De esta forma, pretenden atajar el problema, derivado del "mal estado de la red de alcantarillado" de la ciudad, según su testimonio. La partida prevista sólo para esta actuación alcanza los 15,3 millones, es decir, el 38,44 por ciento del total de los trabajos.

El informe elaborado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente deja muy claro que buena parte de las carencias que presenta la depuradora de Maqua se deben a la alta salinidad del agua que recibe. Y culpa de ello a defectos en el diseño y el mantenimiento del alcantarillado de Avilés. "Existe una infiltración de agua salina a través del alcantarillado que hace que las características del agua residual que llega a la planta tengan una salinidad muy elevada, no equiparable a otras zonas de características físicas similares", señalan los especialistas. "Se trata de un agua de alta salinidad media en la que, además, se producen fuertes puntas, llegando en la práctica, a un agua del mar propiamente dicha", prosiguen.

Ante esta peculiaridad, los encargados de redactar el anteproyecto hicieron un "reconocimiento a nivel mundial de los lugares que potencialmente podrían estar en situación parecida". Y localizaron un caso muy similar al de Maqua en Hong Kong. "Dicha megalópolis, que en el tiempo fue colonia inglesa, tenía dificultad para conseguir agua para el abastecimiento normal, por lo que se introdujo hace unos 50 años, con el fin de ahorrar dotación de agua dulce, una doble red para hacer 'flushing' en los baños con agua salada", explican. "Todo ello condujo a que, en algunas depuradoras donde tratan sus aguas residuales, casi un tercio del volumen de agua residual tratada sea salada", rematan.

Es decir, los expertos han buscado el caso de una depuradora que esté preparada para soportar agua con altos niveles de salinidad, como la que desemboca en Maqua, con el objetivo de imitar sus sistemas. Y así atajar los problemas que esta concentración ha provocado hasta ahora en la planta avilesina. "Hong Kong no sólo tiene una problemática muy parecida a Avilés, en cuanto a la calidad del agua residual a tratar (aunque por causas muy diferentes), sino que además tiene ya una experiencia contrastada a lo largo de los años, habiendo realizado proyectos de investigación previos a la inversión en saneamiento y teniendo ya varias depuradoras actualizadas para solucionar la problemática", indica el anteproyecto. "Básicamente, lo resuelven aumentando los decantadores de los tratamientos biológicos y utilizando en algún caso tratamientos físico-químicos", remata.

La reforma de Maqua, que ejecutará la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, tendrá finamente un coste próximo a los 40 millones de euros, es decir, el doble de lo que supuso la construcción de la planta hace apenas década y media. Además del sistema "chino" ideado para el tratamiento de aguas, están previstas otras muchas actuaciones, la mayoría orientadas a adaptar la instalación a la normativa comunitaria sobre vertidos al mar, que incumple desde el primer día que echó a andar, en 2004 (para ello, habrá 18,14 millones de euros). También se realizarán trabajos por 1,43 millones para combatir los fuertes olores que desprende y que provocan desde hace tiempo constantes denuncias por parte de vecinos de localidades próximas, como los de la parroquia de Laviana, en el concejo de Gozón. Y la cúpula de acero será sustituida por otra con bloques y vigas de hormigón debido al "grave deterioro" que sufre por la acumulación de gases, junto a otras medidas paralelas, lo que supondrá un desembolso de 1,75 millones. La digestión de fangos contará con 3,18 millones.

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