Decenas de amigos de Élida Fernández, la corredora fallecida el día de Reyes engullida por una ola en el espigón de San Juan de Nieva, tomaron ayer la plaza de España en un emotivo homenaje de despedida que culminó con una suelta de globos y un minuto de silencio. "Su mayor felicidad era vernos así de unidos", expresó su compañera Lucía González.

La quedada tuvo un primer episodio en el parque Ferrera, lugar donde solían empezar las carreras organizadas por la fallecida. Tras un momento de respetuoso silencio roto por un aplauso espontáneo, el grupo partió rumbo al Parche corriendo por las calles Ferrería, San Bernardo y La Cámara. Estaba previsto que este primer recorrido comenzase a las 9.00 horas y el pelotón salió con tal puntualidad que decenas de corredores se incorporaron por el camino. Casi todos vestían ropa deportiva verde, el color que distingue al grupo avilesino de "runners" fundado por la homenajeada.

Los soportales del Ayuntamiento hicieron las veces de línea de meta. Bajo el gran arco central esperaban, entre otros, varios familiares y amigos de la avilesina, como Susana Fernández, su hermana, y Pablo Álvarez, el corredor que la acompañaba en el espigón el día del accidente. Todos ellos aplaudían conmovidos cada vez que algún deportista pasaba por la plaza. La mayor parte del grupo, no obstante, decidió correr despacio y en bloque, ocupando todo el ancho de las calles. Cuando todos estaban frente a la casa consistorial empezaron los abrazos. Pese a su evidente mejora física -solo luce un par de puntos de sutura en la frente-, Pablo Álvarez no pudo reprimir las lágrimas y agradeció, uno por uno, su apoyo a todos los corredores.

Como una sección del grupo se propuso correr también hasta Salinas y varios de ellos temían que la llovizna matinal terminase en tormenta, el organizador del homenaje, Alfredo García, "Fredi", congregó rápidamente a los asistentes formando un semicírculo para escuchar las palabras motivadoras de Lucía González, amiga cercana de la fallecida. "Tu mayor felicidad, Élida, era vernos unidos. Nos va a costar continuar, pero seguiremos corriendo, como tú querrías: es la mejor forma de mantener vivo tu recuerdo", expresó.

Tras el manifiesto, los asistentes recogieron las decenas de globos de color verde guardados en el Consistorio y los dejaron volar después de guardar un emotivo minuto de silencio. Después, parte del grupo salió rumbo a Salinas y el resto se quedó un rato en la plaza, la mayoría para abrazar a Susana Fernández. La joven agradeció la multitudinaria acogida del homenaje. "Es una prueba de que mi hermana era muy querida en la ciudad. La vamos a querer siempre. Ahora, toca volver a correr. Mi médico dice que el deporte es la mejor pastilla contra la ansiedad y sé que es lo que mi hermana hubiese querido", afirmó.