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Los taxistas de Avilés vigilarán a sus clientes hasta el portal para evitar agresiones

El nuevo servicio, que no implicará un coste adicional, trata de frenar violaciones y robos, sobre todo, durante la noche

Manuel Gutiérrez, vicepresidente de Radio Taxi, en la parada de la plaza de la Merced, en su vehículo. M. VILLAMUZA

Los taxistas avilesinos vigilarán la entrada de sus clientes en los portales para evitar robos y agresiones sexuales, si así se lo piden. Esta medida pionera ha nacido en el seno de Radio Taxi, que cuenta con una flota de 101 vehículos en la ciudad, y consiste en convertir en un servicio más lo que hasta ahora era "una costumbre" que algunos solicitaban. "Esperar o no dependía hasta ahora de cada conductor, pero a raíz de todos los casos de abusos sexuales que salen a la luz hoy en día queremos que entre a formar parte de nuestro código", explica Manuel Gutiérrez, vicepresidente de la cooperativa.

Por esos segundos de espera, la cuantía económica que marca el taxímetro no ascenderá. "No tendrá coste económico alguno porque, por este escaso tiempo, nosotros no vamos a salir de pobres y la gente llegará más tranquila a su hogar", apunta Gutiérrez. Y añade que "de noche, si la calle está oscura y vacía es normal tener miedo". "Nuestra obligación es cuidar de usuario. Nosotros también somos padres y pasamos miedo", remata.

Gutiérrez acumula 35 años de experiencia en el taxi. Los fines de semana trabaja de noche y para él es habitual encontrarse con situaciones de riesgo durante l madrugada. "Se suben chicas jóvenes, después de salir de fiesta, y nosotros las notamos preocupadas al regresar a sus casas. Normalmente, si hay alguien mirando, el que vaya a hacer algo malo se cohibirá. En un caso extremo, si pasa algo, nosotros nos bajaríamos del taxi o llamaríamos a la policía", explica.

Este plan no está destinado únicamente a las mujeres. El servicio se ofrecerá a cualquier cliente que así lo requiera. "No queremos que nadie, por vergüenza, pase un par de minutos malos. A nosotros no nos cuesta nada esperar", prosigue el vicepresidente de la cooperativa. "A veces, nos encontramos padres que nos llaman y ya nos piden que vigilemos que el hijo llega bien. De alguna forma, se puede decir que es parte de nuestro trabajo", clarifica. Si bien, esta petición suele ser más común en chicas.

Los relatos sobre situaciones de riesgo son abundantes. Marcos Álvarez, con seis años de experiencia en carreras nocturnas, se ha encontrado varios casos. A raíz de los temores por un presunto acosador de Las Meanas, le salió una carrera tan curiosa como reveladora. "Una chica me contrató para un viaje que eran 50 metros andando. La recogí en El Quirinal y la dejé en la avenida de San Agustín. Me explicó que tenía pavor por el individuo este que increpaba a mujeres en La Exposición y que, para evitar problemas, prefería llegar a casa acompañada", relata.

Esta no fue la única situación en la que el taxista ejerció de vigilante. "El año pasado en Salinas, hubo robos y dos clientas habituales tenían miedo de que las pudieran asaltar, así que me pidieron por favor que las acompañara a su casa. Paré el taxi, aparqué y las dejé en el portal. No cuesta trabajo y la gente se queda tranquila", dice Álvarez.

Radio Taxi tiene pensado difundir lo máximo posible su iniciativa a través de las redes sociales. Y los propios conductores informarán a sus clientes en el interior de los vehículos. El servicio busca conceder seguridad, especialmente, en el horario nocturno. Y los profesionales lo harán sin pedir nada a cambio.

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