El mal tiempo no impidió ayer que 15 chicos del colectivo Biodevas se acercasen a San Balandrán a ver las aves que el grupo ornitológico Mavea estudia y protege con devoción. Caían chuzos de punta y, por ello, una de las partes más interesantes de la visita guiada tuvo que ser cancelada: era imposible salir por las dunas de la charca de Zeluán.

Aún así, los asistentes pudieron comprobar la riqueza del monumento natural, en el concejo de Gozón. Los estudiantes tomaron buena cuenta de la flora y la fauna de la zona y una muestra de agua para analizar el nivel de contaminación. Después, en el aula de la naturaleza, recibieron nociones teóricas que pusieron en práctica minutos después en el observatorio de aves, guiñando un ojo por el telescopio para ver los pájaros más curiosos.