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"La Caracola" bailará en Laviana por el dolor de las víctimas de la Guerra Civil

El grupo de danza ensaya un espectáculo de una hora de duración y treinta participantes con la temática de la fosa común de Tiraña

Algunas de las bailarinas que participan en el espectáculo, con sus familiares, ayer, en Las Vegas.

Expresar el dolor de la Guerra Civil en un espectáculo de danza de una hora de duración. Ese es el objetivo que se ha marcado el grupo de la asociación "La Caracola", que ha querido utilizar la historia de la fosa común de Tiraña (Laviana) como hilo conductor. "Lo más bonito de este proyecto es lo que están aprendiendo los bailarines -de entre 7 y 20 años-. De hecho, muchos se han enterado que tuvieron familiares represaliados en la guerra. Acabar con ese silencio que hay en torno a esa etapa de nuestra historia es una de las cosas que queremos conseguir con este trabajo", señala Candela Guerrero, directora del espectáculo y monitora de la agrupación, que ayer realizó un nuevo ensayo en su sede, en Las Vegas.

El espectáculo es el más ambicioso que ha realizado la asociación hasta el momento. Una treintena de bailarines saldrán al escenario en el centro social de Laviana, el 14 de abril, para estrenar la obra y, durante una hora, irán narrando a través del baile diferentes momentos de la Guerra Civil y la postguerra. "La historia empieza en una fiesta. En Tiraña la guerra llegó de un día para otro y el día anterior estaban en las fiestas del Carmen", comenta la directora.

Así, van pasando por diferentes etapas, la propia guerra, el dolor de las viudas, las viviencias de los que tuvieron que esconderse o huir, la lucha de las familias. "Además de la danza, la música va ayudando a caminar por la historia. Empezando por 'Toda una vida' de Antonio Machín, utilizaremos también música instrumental, una canción de hip-hop, una que se titula 'Suya mi guerra', para terminar con un tema de Rafael Ledo que habla del dolor de las familias que buscan a sus antepasados en las fosas", explica.

"Estoy aprendiendo más que en clase y me interesa mucho más. La historia de Egipto no tiene la misma influencia que lo que ha pasado a mis bisabuelos", señala Aroa Amado, una de las niñas que participa en el espectáculo. Y es que la propia Aroa supo que sus bisabuelos tuvieron que esconderse durante años para evitar la misma muerte que sufrieron las trece personas que acabaron enterradas en la fosa de Tiraña. Lo mismo le pasó a Eva Campos e incluso Laura Arce fue consciente de que aquellas historias que contaba su bisabuela cuando ella tenía 7 u 8 años sobre una guerra que le quedaba muy lejos, eran verdad.

Y es que el pilar básico para expresar en una danza aquel dolor, es sentirlo como propio para poder transmitirlo. "Creo que hacemos este espectáculo con la responsabilidad de ser las encargadas de que la gente entienda que se siente en ese momento y para eso tienes que involucrarte, que sentirlo. Si no, es imposible", afirma Laura Arce. Las integrantes de la Asociación de familiares y amigos de la fosa común de Tiraña, que han puesto todo de su parte para que los 30 bailarines conozcan la historia al detalle, agradecen la implicación. "Impresiona ver como niños y adolescentes se quedaban absortos escuchando lo que le queríamos contar, no es algo habitual. Fue muy bonito", señala Isabel García, presidenta de la asociación y nieta de dos de los enterrados en la fosa, respecto a una jornada que pasó el grupo de danza conociendo Tiraña. Ayer estuvo en el ensayo junto a Pilar Suárez, también nieta de uno de los enterrados.

La fosa de Tiraña acoge los restos de trece personas que fueron fusilados el 21 de abril de 1938. "Fueron personas que murieron por defender el orden constitucional, algo que ahora está muy de moda, de la época. Cuando nuestros padres y abuelos fueron a ver sus partidas de defunción, algunas no ponían nada, otras que habían fallecido por muerte natural. Nosotros queremos que se reconozca que fueron asesinados, que se haga justicia", señala Pilar Suárez.

"Es imposible que un espectáculo de este tipo no tenga contenido político, pero en realidad no estamos haciendo más que transmitir los sentimientos de una guerra, que son comunes a todos los conflictos que hay en el mundo", sostiene Candela Guerrero. De hecho, la directora explica que "La Caracola" no es una asociación que corresponda a ningún sector concreto: "Aquí hay gente muy diferente, de todas las ideas, de distintas procedencias que solo quieren disfrutar de la danza".

El trabajo está siendo intensivo. Apenas les quedan dos meses para terminar de preparar el espectáculo. "Las chicas están dándolo todo. No solo en los ensayos, también hay coreografías suyas a lo largo del espectáculo y solo llevan cinco años bailando. Es alucinante", señala la directora. La escenografía corre a cargo del local creativo "Paraíso" y mañana mismo comienza una campaña de crowfounding a través de la web "verkami", para conseguir fondos para el vestuario y la logística.

Por el momento solo está cerrado el estreno del espectáculo en Laviana, pero Candela Guerrero espera poder llevarlo a muchos sitios más, de hecho, explica que en el País Vasco ya se han puesto en contacto con "La Caracola" para interesarse por la obra. "Al menos, lo que queremos es canalizar el dolor escondido de muchas personas para darles un respiro", señala la directora del colectivo.

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