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El área de Nefrología del San Agustín confía en implantar la diálisis peritoneal

El equipo del hospital avilesino elimina la espera en Jarrio

El área de Nefrología del San Agustín confía en implantar la diálisis peritoneal

Los cinco expertos del equipo de Nefrología del Hospital San Agustín asumieron el pasado mayo la gestión de las sesiones de diálisis y consultas externas del Hospital de Jarrio. Desde entonces, el equipo avilesino acude al centro tres veces por semana y ha eliminado las listas de espera e instalado una nueva unidad de atención a pacientes crónicos. "En el futuro espero poder implantar la novedosa técnica de diálisis peritoneal y ampliar los horarios de atención y guardia en ambos centros. Esta unión demuestra que es posible descentralizar parte de los servicios que a día de hoy asume Oviedo", explica José María Baltar, jefe de Nefrología en el San Agustín.

El Hospital de Jarrio llevaba años con problemas de personal y en la primera mitad del año pasado se quedó sin su único nefrólogo. "Las gerencias de ambos centros tienen muy buena relación, así que la nuestra nos propuso tratar de hacernos cargo de las consultas externas y las diálisis de allí. Nuestro equipo elaboró un proyecto a medio plazo para agilizar el servicio que a día de hoy ya se ha superado", explica Baltar. La unión de las dos áreas de Nefrología se hizo oficial en el mes de mayo. "Fue, en su momento, algo peculiar. No parecía compatible que profesionales de Avilés tuviesen que desplazarse a otro hospital sin descuidar a sus propios pacientes. El resultado, porque nos hemos preocupado por optimizar los recursos y le hemos puesto mucho empeño, ha sido más que positivo", asegura.

En solo seis meses -entre mayo y octubre- el equipo logró eliminar la lista de espera en las consultas del hospital del occidente y optimizar el sistema de informes de pacientes. Con las citas al día, Baltar decidió introducir en Jarrio uno de sus primeros proyectos implantados en el San Agustín cuando asumió la jefatura del área hace tres años: la consulta ERCA (Enfermedad Renal Crónica Avanzada). Esta consulta, que se realiza en ambos hospitales los últimos días de cada mes, está orientada a los pacientes con un fallo renal serio que, previsiblemente, necesitarán algún tipo de tratamiento sustitutivo o un trasplante. "Son consultas de media hora en la que informamos a cada enfermo sobre sus opciones tratamiento, bien sea diálisis o trasplante. Salen del despacho con el informe de consentimiento firmado", explica Baltar.

El equipo había dejado claro desde el inicio que no podrían hacerse cargo de los pacientes hospitalizados de occidente. No obstante, desde el día 1 de noviembre, y viendo que sus objetivos marchaban a buen ritmo, aceptaron hacerse cargo de las interconsultas hospitalarias. "Aunque no llevemos a los enfermos ingresados ahora sí que asesoramos y hacemos ronda con sus médicos. Ampliamos incluso nuestro horario de atención por busca y ahora estamos localizables también los sábados hasta las ocho de la tarde", apunta el nefrólogo. El área de Nefrología avilesina está compuesta por cinco profesionales: Camino García, Laura del Río, Miguel Seras, Santiago Polanco -que se incorporó el pasado octubre- y el propio Baltar. "Por turnos, uno de nosotros va a Jarrio tres veces por semana. El horario estándar es atender consultas de 9.00 a 11.00, gestionar las sesiones de diálisis de 11.00 a 14.00, comer en el hospital y preparar la diálisis del turno de tarde antes de volver a casa", resume.

Como la unión Avilés-Jarrio ha dado buenos resultados, el nefrólogo espera poder implantar en el San Agustín -y posteriormente en el otro hospital- la diálisis peritoneal. Esta técnica consiste en que al enfermo se le infunde un líquido de diálisis en la membrana del peritoneo -que es permeable, es decir, permite el paso de sustancias de un lado a otro- a la que se accede desde el abdomen. Pasadas unas horas, esa membrana intercambia los residuos que el cuerpo de un enfermo renal no puede excretar con las sustancias "buenas" del líquido de diálisis. La técnica puede hacerse de forma manual -con un catéter de doble salida- o automática -con una máquina llamada cicladora que puede funcionar por la noche- y, actualmente, solo puede realizarse en Oviedo. "Cuando asumí este área y me preguntaron cómo debería funcionar el sistema sanitario de Asturias, dije que de nada servía descentralizar el servicio de Madrid si en la región tendemos a centralizarlo todo en el HUCA. La peritoneal es un ejemplo claro de eso", explica Baltar.

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