Abrumado. Agradecido. Y sólo pensando en volver a trabajar. Así se ha levantado esta mañana Guillermo Pelayo Barquín, mucho más conocido como Pelayo, "El Barquillero", tras la polémica con un bar de la playa de Salinas que llamó a la policía al ver que el popular personaje vendía su producto cerca del local. El barquillero, en cualquier caso, quiere huir de polémicas.

"Agradezco mucho a la gente de las redes sociales, que me han apoyado tanto. Pero lo que me interesa es que hablen de mis barquillos, de mi profesión. Lo demás no me interesa. Sólo me interesan mis barquillos, mi trabajo", explicó Pelayo.

El barquillero no ha pasado una buena noche, ni tampoco una buena mañana, preocupado por las consecuencias de la polémica con el conocido bar de la playa de Salinas y cómo eso podría afectar a su vida laboral. En cualquier caso, es certero en sus palabras y sólo pide seguir trabajando sin problemas en un negocio familiar que se remonta cuatro generaciones atrás.

El apoyo a Pelayo en redes sociales ha sido unánime y son muchos los que han compartido la publicación que rezaba "Avilés con Pelayo".