"¿Qué importancia tiene la angula? Toda. Nosotros siempre hemos vivido de esto". Así resumían ayer los propietarios de varios restaurantes locales la relevancia del conocido Festival de la Angula de Soto del Barco, que celebrará entre las jornadas de mañana, el sábado y el domingo su trigésimo segunda edición en seis establecimientos de La Arena y en uno de Soto del Barco. La protagonista de la presentación de la actividad que acogió el hotel Palacio de la Magdalena fue la periodista de LA NUEVA ESPAÑA Mariola Riera, que levantó el aplauso del centenar de asistentes reunidos con un emotivo discurso sobre su concejo natal. Estuvo acompañada por el alcalde, Jaime Menéndez Corrales; el director general de Turismo del Principado, Julio Manuel González Zapico; y el de Desarrollo Rural, Jesús Casas. Los cuatro reivindicaron una misma conclusión: la angula sigue siendo el motor turístico del Nalón.

El pregón de Riera resumió la historia de la apreciada angula, con sus años de bonanza de antaño y la escasez de los últimos tiempos. Y con el "sacrificio e ilusión" de todos los "pescadores valientes", de sus hijos y de sus nietos, que ponían día tras día un plato de angulas en la mesa. "Se vendió, se regaló y se comió mucha. Porque, ¿quién por estas tierras no se ha cansado de comer un día tras otro angula? No es presumir, pero muchos podrán decirlo. Al ajillo, guisada o en tortilla. Las recetas del pueblo se repetían semanalmente", explicó.

Menéndez Corrales, por su parte, destacó que el festival gozaba a día de hoy "de una consolidación plena" y reforzada después de que el año pasado la actividad fuese reconocida como Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias. "Nuestro producto estrella tiene la ventaja de no ser demasiado común en otros festivales. Llama la atención por ese toque distintivo. Se ha convertido en una atracción turística y en un impulso para la hostelería local", dijo.

Casas, por su parte, aseguró que para el desarrollo de las zonas rurales el papel principal de las administraciones tendría que ser la de "no molestar". "Obviamente, debemos apoyar todas las iniciativas y ayudaros como nos sea posible. Pero el verdadero motor de cambio es la gente, no los políticos. En ese sentido, me alegra ver que sitios como este siguen haciendo cosas pequeñas que, al final, producen grandes mejoras para todos", aseguró. El último ponente, añadió en la lista de futuros logros de Soto del Barco conseguir que el festival consiga la insignia de Fiesta de Interés Turístico de España. "Es un pequeño deber que os impongo, en el buen sentido. Tenéis posibilidades", comentó.

La angula se servirá en los restaurantes de San Juan de la Arena El Sibarita, La Escollera, La Deva, El Pescador, Marsalada y El Peñón, además del local Ría de Nalón, en Soto del Barco. Precisamente, mañana será una de las últimas oportunidades para los despistados que todavía no hayan pedido mesa. "El sábado y domingo está todo completo. Llevamos semanas recibiendo llamadas para coger sitio", aseguró Arancha Burgueño. Tras 32 años de tradición, la clientela del festival empieza ser fija. "Tenemos, por ejemplo, a una pareja de Italia que vienen todos los años y a mucha gente de Bilbao y de Madrid", explicó Eloína Iglesias, de El Sibarita. "Siempre hemos vivido de la angula. Para nosotros esta cita lo es todo", sentenció Mónica Paíno, de El Pescador. El menú completo cuesta 68 euros y, la cazuela de angulas, 47.