El auditorio del Centro Niemeyer se llenó ayer hasta los topes para reír con las criaturas más absurdas salidas de la mente de Eugene Ionesco, el creador de "La cantante calva". Hacía días que se habían vendido todas las entradas para la reposición de un clásico del siglo XX.

Actores como Fernando Tejero y Adriana Ozores cosecharon aplausos, sonrisas frías y la admiración de los espectadores que se llegaron al complejo cultural de la ría en la penúltima función del trimestre. Y es que la semana que viene, el teatro Palacio Valdés acoge el estreno nacional de "El tratamiento", de Pablo Remón, el mismo director de "Barbados, etcétera", que programaron los responsables del Niemeyer, aunque aquella vez, en su sala club.