Una comitiva de cofrades vestidos de calle y la banda de tambores de Jesusín de Galiana acompañaron ayer la venerada imagen del Cristo arrodillado en su traslado desde la capilla de la calle Galiana a la iglesia de San Nicolás, donde permanecerá hasta el día 23 con motivo de la Cuaresma y de la novena que se le dedica a modo de preludio de la ya próxima Semana Santa. El desfile procesional pilló a más de un viandante por sorpresa, ajeno a esta tradición de la mudanza de Jesusín que se repite cada año.

El traslado de la talla del cristo hundido por el peso de la Cruz es sólo el primero de varios que podrán ser presenciados en los próximos días, al margen de las procesiones de Semana Santa; así, cambiarán de sede en algún momento en estas fechas La Dolorosa, el Lignum Crucis y San Pedro.