Ángela Izquierdo, de 81 años, ha jubilado la antigualla de teléfono móvil que tenía y lo ha cambiado por un "smartphone" de gran pantalla y difícil manejo... O eso es lo que ella creía hasta que Joel Lázaro, un alumno de 16 años que cursa Formación Profesional Básica en el instituto Suanzes, la instruyó en el manejo del dispositivo. Ahora, Ángela Izquierdo y una decena más de beneficiarias del servicio de Ayuda a Domicilio de Avilés son usuarias aventajadas de la tecnología táctil, "wasapean" con soltura y son forofas de la aplicación del parchís "on line".

"Estoy local de contenta con todo lo que he aprendido y agradecida a Joel por su paciencia", agradeció la mujer ayer, el día en que se entregaron los diplomas acreditativos de un taller formativo que reunió a dos generaciones en torno a un objetivo tan loable como compartir conocimientos: los jóvenes enseñaron a los mayores a manejar un móvil -algo que para ellos es tan natural como respirar- y los mayores les hicieron sentirse útiles, una sensación estimulante para unos estudiantes necesitados de autoestima. Este peculiar proyecto intergeneracional ha sido fruto de la colaboración del instituto Suanzes y la empresa Azvase, la que presta el servicio de ayuda domiciliaria en Avilés.