La Capilla de Música de Sant Pere de Ripoll tiene una formación singular: el organista Eudald Dantí, la cantante soprano Fumi Kitamura y el trompetista César Navarro. Los tres subirán al coro de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery esta tarde (20.15 horas) para ofrecer por primera vez un programa en el que destacan composiciones de Bach y de Haendel. El concierto es el segundo de la cuadragésimo primera edición de la Semana de Música Religiosa de Avilés, que echó a andar el sábado pasado.
"Nos presentamos en España", destacó Dantí. "El concierto de Avilés será nuestro debut", añadió. Esto no quiere decir, sin embargo, que los tres músicos sean nuevos y no conozcan Avilés. Dantí y Kitamura tocaron en el coro de Sabugo hace un año y medio. Ahora se incorpora César Navarro, un trompetista destacado que ofrecerá a pleno pulmón la armonía que sale de un tubo que carece de pistón. "La edad de oro de la trompeta es la barroca", señaló el músico. Kitamura apostilló: "Pero cantar con un órgano y una trompeta es muy difícil". Navarro se mostró de acuerdo: "Exige gran virtuosismo". Kitamura dejó huella de él en su última visita a Avilés.
Eudald Dantí y Fumi Kitamura han recorrido media Europa con programas conjuntos. "La música antigua se escucha en muchos festivales por todo el norte", destacó. La situación en España es distinta: los programadores pusieron el oído en las composiciones pioneras "sólo a partir de los ochenta". Prueba de ello es la Semana de Música Religiosa de Avilés. "Pero esto ha contribuido a que existan muchas formaciones dedicadas a la música antigua, o sea, que tenemos más competencia", reconoció. Navarro destacó: "Pero la nuestra es una formación que no es muy habitual". Y es natural: la trompeta sin pistón es exigente. El trío nació en Sant Pere de Ripoll para hacer sonar barroco el mundo.
