El cuerpo de un hombre de avanzada edad que apareció ayer a mediodía flotando en las aguas del puerto de La Arena mantuvo en vilo a decenas de vecinos de la localidad. Por el momento, los efectivos de la Guardia Civil no han podido determinar la identidad del fallecido, que no llevaba ningún documento identificativo encima, aunque esperan que la necroscopia que está prevista que se lleve a cabo durante esta mañana revele más datos al respecto.

Los agentes recibieron a las 12.37 horas el aviso de un vecino que aseguraba haber avistado un cadáver flotando entre dos embarcaciones amarradas al puerto. La voz se corrió en pocos minutos y cuando los efectivos trasladaron el cuerpo hasta la orilla media hora más tarde, en la zona había ya varios vecinos preocupados. Su principal inquietud fue ver a un varón que vestía la chaqueta corporativa de una empresa de construcción con sede en La Arena. "Se acercaron a ver el cuerpo con los de la Guardia Civil y pensamos que se trataría de alguien conocido, porque en El Castillo, que es un pueblo de aquí al lado, hay muchos que trabajan en ese negocio y se dio la casualidad de que había un señor de allí al que nadie podía localizar", explicaron los testigos. Resultó ser una falsa alarma, ya que el empresario aseguró a este periódico que el rostro del fallecido no se correspondía con nadie conocido.

La Guardia Civil, por su parte, tampoco tiene registrada ninguna denuncia de desaparición en sus competencias territoriales. Durante la jornada de ayer, no obstante, y en caso de que el incidente se hubiese producido antes de que los familiares del fallecido hubiesen podido advertir de su ausencia, trataron de averiguar, sin éxito, algún motivo de alarma. Finalmente, los agentes esperarán los resultados de la necropsia de hoy para aportar luz al caso.

El rescate del cuerpo se vio dificultado por las fuertes rachas de viento que azotaron ayer la costa sotobarquense, pero cuando los refuerzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) llegaron al puerto, el cadáver -que vestía jersey azul y botas de montaña negras-, ya había sido rescatado y trasladado en lancha hasta la rampa de subida a tierra.