La Agrupación Polifónica del Centro Asturiano sirve para un roto y también para un descosido: lo mismo organiza de manera exitosa el Encuentro de Habaneras -lleva haciéndolo de manera óptima desde hace 27 años- que sale a escena para ser coro de zarzuelas de producción propia como "La carrera de América" o "Avilés, 1900". Este carácter poliédrico del coro avilesino se notó ayer de sobra en la segunda jornada de un festival musical que juntó sobre las tablas de la Casa de Cultura algo más de 160 cantantes. Los organizadores fueron los que cerraron el programa. Lo hicieron con un programa de cinco temas que encendieron los versos de "Háblame del mar", de Ángel Barja Iglesias y María Dolores Otero.

Antes que los avilesinos, sonaron las voces de otra agrupación polifónica, la de Piloña, y también el Orfeón de Mieres. Los Amigos de Miranda salieron a escena asimismo. Este coro reconoce la ayuda prestada nombrando a su galardonado con el título de "Amigo de Miranda". Y eso es lo que es, desde hace tiempo, el exconcejal Román Antonio Álvarez, mirandino de cuna, amigo de todo cuanto se cuece en la localidad avilesina y, ayer, tocado por la Insignia de Oro de la Agrupación del Centro Asturiano.

Tras las casi dos horas de música de esta y de la otra orilla del Atlántico, se celebró en el Palacio de Ferrera una ceremonia en la que se distinguió al historiador avilesino que es también colaborador de LA NUEVA ESPAÑA. Álvarez fue uno de los espectadores dorados de esta última edición de los Encuentros de Habaneras. Cuando recibió el reconocimiento del coro del Centro Asturiano, no dejó de agradecer que "después de tres años fuera de la política" todavía se acordasen de él. Destacó, en este sentido, su apuesta por la música, por el Conservatorio, pero también por Avilés Arte Sonoro y por la Factoría Cultural. Y, como no, por la música coral.