La Fundación del Niemeyer ha rechazado que la torre-mirador vuelva a convertirse en un centro gastronómico y hostelero exclusivo (tal y como había sido hasta hace dos años). La dirección del complejo cultural ha publicado en su página web el anuncio de licitación de los servicios de restauración y hostelería para el Centro Niemeyer.
En este anuncio no consta la torre-mirador como instalación susceptible de ser explotada comercialmente por una contrata. Había dejado de serlo en 2016, después de que cuatro empresas la hubieran tenido como uno de sus atractivos principales. La dirección del Niemeyer prefirió redactar unos pliegos de condiciones en los que la torre saliera del abanico gastronómico.
Ahora, insiste en este punto, lo que supone que la torre se consolidará como una instalación propia a alquilar -como las salas del edificio polivalente o los distintos escenarios-. En estos dos últimos años, ha acogido una exposición, charlas, un encuentro con "youtubers" y hasta alguna rueda de prensa.
Así pues, la hostelería del Niemeyer vuelve a centrarse únicamente en la cafetería del edificio polivalente y en su terraza. Pese a ello, la empresa Iberohostelería y Ocio, que dirige Venancio Souto, estudia volver a presentar una oferta para participar en el concurso. "La bajada del canon es un incentivo", admite Souto. La empresa del corverano -que también explota el Real Club Náutico de Salinas- firmó un contrato de dos años con la posibilidad de ampliar otros dos. "Hemos cumplido nuestra parte y hemos renunciado a seguir con el canon original. Ahora lo han reducido y estudiamos volver a concursar. Nuestras relaciones con la dirección del Niemeyer son óptimas", recalca. Las ofertas se tienen que presentar antes del próximo 18 de abril. La idea que tiene el Niemeyer es que el nuevo contratista empiece a trabajar el 1 de junio.
En paralelo a este concurso, el Niemeyer ha publicado el anuncio de licitación de los servicios de tienda y talleres infantiles. La fecha de presentación de ofertas concluye el día 23.
