El catedrático de Ingeniería Hidraúlica, Íñigo Losada, advirtió: "Luanco es una zona sumamente expuesta al cambio climático porque hay una pérdida de las playas originales y porque hemos ido ocupando la primera línea de costa". El experto universitario añadió que la solución a estos problemas tiene un camino claro: "Introducir medidas vinculadas a sistemas de alerta como prevención, que ya se está realizando, pero hay zonas muy expuestas y no queda más remedio que intentar resolverlas a través de soluciones basadas en infraestructuras".

El salón de actos del museo Marítimo de Asturias se llenó esta semana para escuchar la conferencia de Íñigo J. Losada, una de las personas que mejor han estudiado los efectos del cambio climático. Losada disertó sobre "los eventos extremos que se están experimentando en la costa asturiana, los previsibles efectos del cambio climático y el modo en que puede afectar al futuro".

Aunque no se puedan evitar los elementos del cambio, como el del nivel del mar, el oleaje o las mareas meteorológicas, Íñigo Losada sí cree que se puede "intentar adaptar lo que ya tenemos, nuestra costa a los cambios que se van a producir". Y no sólo con construcciones, sino gracias a la naturaleza: "Esas adaptaciones pueden ser naturales si favorecemos la conservación de los ecosistemas, que se adapten a la nueva situación". La tarea de las sociedades será entonces "adaptar infraestructuras y poblaciones a lo que van a enfrentarse".

Ante un cambio inevitable, prevención y protección, por eso Losada defendió que "políticas como el Plan de Ordenación del Litoral de Asturias son muy importantes, porque intentan reducir el riesgo reduciendo los elementos expuestos". Y así, la vida de todos los asturianos.