El reiki , terapia alternativa que persigue el equilibro del cuerpo desde el punto de vista físico, emocional y espiritual, centró la última de las jornadas de la Asociación de Amas de Casa de Avilés, celebrada ayer por la tarde en la Casa Municipal de Cultura.

Durante el acto, la reikista Marlen Calzón Castelo explicó a las asistentes que dicha terapia consiste en la canalización y transmisión de energía mediante la imposición de manos y símbolos. Asimismo, comentó que entró en los hospitales para ayudar a los enfermos de cáncer y sida de la mano de pacientes y enfermeras que ya conocían y practicaban la terapia. "Hace que los efectos de la quimioterapia sean más suaves, las defensas del organismo se refuercen y el paciente se relaje y duerma mejor", indicó al público.

Marlen Calzón, que ofrece sesiones gratuitas el último viernes de cada mes, a partir de las 17.00 horas, en el centro sociocultural Los Canapés, habló de la figura del reikista. "Son personas que están conectadas con la energía y dan amor", dijo para añadir que requieren de una preparación. "Han de trabajar a nivel personal, intentar ser mejor persona y vivir de forma armoniosa tanto a nivel emocional como mental".

Además de las ventajas de la terapia, Marlen Calzón también se refirió a los efectos molestos que pueden provocar en algunas personas las sesiones de reiki. "Quienes tienen la energía muy estancada y las emociones muy reprimidas, el reiki las mueve pudiendo provocar descomposición y vómitos, si bien estas reacciones limpian el cuerpo de toxinas". dijo para añadir que la terapia actúa sobre la parte física y emocional. "Muchas enfermedades vienen por emociones mal gestionadas o reprimidas", concluyó para hacer hincapié en que todas las personas pueden someterse a una sesión: niños, adultos, mujeres embarazadas, animales y plantas, todos los seres vivos.