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LUIS ANTONIO DE VILLENA | Poeta, presenta "Dorados días de sol y noche" en Avilés | El festival de cine LGBTIQ del Niemeyer

"Este país, siempre tan áspero, duro y maleducado, era mejor en los años 80 y 90"

"No sé cómo los ciudadanos nos ponemos en manos de los peores de la clase: los políticos son los causantes de todo"

Luis Antonio de Villena. JAVIER CEBOLLADA

El poeta Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) acaba de publicar el segundo tomo de sus memorias: "Dorados días de sol y noche" (Pre-textos, 2017) y hace sólo unos días: "Mamá" (Cabaret Voltaire, 2018). Los dos libros los presenta mañana jueves (20.30 horas) en el Centro Niemeyer, dentro de la programación paralela del Festival de Cine LGBTIQ que se desarrolla estos días en Avilés. El escritor conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.

- ¿Cómo se pone a contemplar su estado y le salen unas memorias?

-Las memorias son un género literario de alguna manera. Hay literatura en la memoria, pero también hay mucho yo. Como lector he sido muy aficionado a leer memorias, unas más veraces que otras: las mías son muy veraces; puede haber un elemento de ficción, como hay siempre, pero tienden a ser veraces. Uno se pone a hacer memorias a cierta edad porque piensa que tiene un pasado que puede ser interesante para ti, porque es interesante rememorarlo y todo esto pese a que sabes que la memoria es selectiva: a veces olvidas involuntariamente cosas. Puede ser interesante para el lector saber cómo ha sido un tiempo que en este momento ha pasado y ha visto cómo ha cambiado el mundo y lo que existía hace incluso diez años, ha dejado de existir. La historia está cambiando página, por eso vivimos una crisis horrible y cosas que leíamos hace veinte años parece que tuvieran dos siglos.

- ¿Cómo se siente usted cuando analiza sus años ochenta y noventa?

-Creo que viví un tiempo privilegiado, comparado con el momento presente. "Dorados días de sol y noche" va de 1974 a 1996. Los años ochenta y noventa fueron dorados, es decir, todo era mucho mejor: era mejor la cultura, era mejor la educación, eran mejores los sueldos, era mejor la convivencia... Este país, siempre tan áspero, duro y maleducado, era mejor en los años 80 y 90.

- Le noto verdaderamente encendido.

-Es que esta situación ha hecho que Felipe González o José María Aznar parezcan titanes al lado de los políticos de ahora que son auténticamente de medio pelo. Todos: los de derechas y los de izquierdas.Tan de medio pelo que hoy día hay quien cree que la izquierda ya no existe. Podemos es una bazofia: una de las cosas que está haciendo es destruir la tradición de la izquierda, la rica tradición de la izquierda.

- ¿Cuál es la razón de este derribo que denuncia?

-La historia cambia, el tiempo es transformación, pero hay momentos en que la historia cambia un poco más. A la larga, se pueden ver como buenos o como malos, depende, no tenemos perspectiva para ver eso, pero en el día a día casi siempre son malos. Pongamos por caso: hoy pensamos que la Revolución Francesa fue un tiempo muy bueno, pero el que vivió aquellos días probablemente vivió una vida de desastre porque los gobiernos cambiaban, porque eran muy crueles, porque el día que no cortaban la cabeza a uno lo hacían a otro... No sé cómo los ciudadanos nos ponemos en manos de los peores de la clase: los políticos son los causantes de todo, incluido lo de Cataluña. Lo de Cataluña es una vergüenza, Cataluña parece una aldea de Europa a la que guían un grupo de payasos. No hablemos de la alcaldesa de Barcelona, de una vulgaridad inusitada. El antiguo prestigio de Cataluña está por los suelos. Puigdemont es ridículo y Ada Colau, en fin, me callo lo que pudiera pensar... Todo está cambiando, la historia también, por eso el que vive el presente lo hace en un escenario disminuido: económica, cultural y educativamente disminuido... Por tanto, da la sensación de que vivimos tiempo de miseria en todos los sentidos. Todo es miseria, sobre todo, para los que vivimos otros tiempos muchísimo mejores.

- Si hablamos de su literatura, estos años que recrea ahora fueron muy productivos, ¿no?

-Entonces publiqué "Marginados", un libro que se anticipó a algo que hicieron otros después. En 1993, publiqué "Marginados" que, en ese momento, fue un libro raro porque entonces no se hablaba de los que estaban fuera de la sociedad, de la moral... Unos años después surgió una literatura que empezó a hablar de la marginación. "Marginados", sin yo pretenderlo, fue un poco inaugural de una línea que es cierta ahora.

- Su labor como inspector de poesía joven ha sido muy aplaudida. ¿Lo ha dejado?

-La poesía joven está, en este momento, en una especie de receso, no porque no tengan interés en la poesía, sino porque tardan mucho en madurar.

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