El instituto Carreño Miranda aunó ayer dos celebraciones relevantes en el calendario escolar (días del libro y de la educación física en la calle) y desarrolló un amplio programa de actividades culturales y deportivas en diferentes escenarios de Avilés. Así, al parque Ferrera acudieron a lo largo de la mañana hasta 400 alumnos de Secundaria para participar en carreras de obstáculos, jugar a la comba o practicar novedosos deportes como ultimate (que utiliza el frisbee) o acrosport (consistente en adoptar complejas posturas). "Con esta jornada, nuestro objetivo es reivindicar más horas para la Educación Física, mostrar cómo ha evolucionado la asignatura, e inculcar en los jóvenes un estilo de vida activo", apuntó Vanesa García, una de las profesoras que coordinó la programación junto a Marisa del Riego y Nadia Coalla.

La implicación de los alumnos en las actividades fue total, dijo la educadora, para recalcar los beneficios que provoca en los adolescentes el ejercicio. "Les ayuda a liberar energía y está demostrado que mejora la capacidad cognitiva; los profesores dicen que llegan al aula más centrados", comentó.

José Luis Oria Malmierca, alumno de primero de Secundaria, fue uno de los presentes en el parque. "Aquí estamos más libres que en el instituto y tenemos más espacio", comentó este joven deportista.

El hotel 40 Nudos fue otro de los emplazamientos al que acudieron ayer los alumnos. Asistieron a un desayuno cardiosaludables organizado por la Cofradía del Colesterol y dirigido por el doctor Jesús Bernardo. El objetivo de este proyecto es fomentar hábitos saludables en los escolares y los trasladen a sus familias.