El Museo de la Historia Urbana de Avilés tiene una nueva joya, una maqueta hecha por José Alonso Celemín en 1929 que refleja el estado del Ayuntamiento antes de los bombardeos sufridos durante la Guerra Civil. "Mi padre la hizo cuando tenía 16 años, nació en 1913", señaló la hija del autor, Flor Alonso. "No le daba más valor que el sentimental, pero cuando Manuel Ángel (Hidalgo ) -director del centro museístico- vio la maqueta, nos explicó su importancia", añadió la donante de la pieza, que desde ayer preside la sección de "Villa moderna" del museo.

Aquel Consistorio que Alonso Celemín confeccionó con chapa de madera incluía en los bajos soportalados un comercio textil, Casa Aurelio, que posteriormente se trasladó al edificio que hoy ocupa el servicio de atención al ciudadano (SAC).

Una de las peculiaridades de la maqueta es la ubicación de la torre-campanario. Ahora, está situado sobre el reloj. Sin embargo, antes de los bombardeos de 1937 estaba situado unos metros al fondo. "Las fotos que hay de la época, como están hechas desde abajo, apenas se nota la diferencia, pero efectivamente el campanario estaba más atrasada", señaló la cronista oficial de Avilés, Josefa Sanz. La edil de Cultura, Yolanda Alonso, destacó la importancia de la pieza "que representa la historia de la ciudad". Otro elemento reseñable es la existencia de un foco que iluminaba frontalmente el reloj municipal.

La última vez que la maqueta de Alonso Celemín salió de casa fue en 1997 cuando se expuso en el centro de mayores de Las Meanas, recordó su hija orgullosa de que las habilidades manuales de su padre luzcan hoy en el Museo de Avilés: "Me daba pena que se perdiera y nunca quise venderlo. Sé que ahora estará cuidado".