Javier Bueno, director del colegio Santo Tomás, dimite tras veinte años al frente del equipo docente del centro religioso por discrepancias con la parroquia de Santo Tomás de Cantorbery. "Son muchos años, demasiados, y creo que he cumplido; ha llegado el momento de hacer otras cosas", confirmaba el docente ayer, sin desvelar públicamente los motivos que le han llevado a tomar tal decisión.
A falta de mes y medio para despedir el año académico, Bueno no concluirá el curso al frente del equipo docente. "Me voy ahora por una cuestión técnica; podría acabarlo, pero el curso próximo lo va a empezar un nuevo equipo que debe trabajar en él desde ahora", señala el profesor, que deja la dirección pero no el ejercicio docente. Bueno seguirá en las aulas de la calle González Abarca porque "me gusta dar clase, soy feliz y disfruto como el primer día; me siento muy cercano al alumnado", resalta
El profesor que puso en marcha una emisora de radio en el colegio y un programa de primeros auxilios pionero en Avilés, no vivirá desde la dirección ni en primera fila la fusión de los colegios Santo Tomás con San Nicolás, como baraja desde hace tiempo el Arzobispado, titular de ambos, ante el descenso de alumnos fruto de la caída de natalidad que registra la comarca. Tampoco actuará de testigo principal del ambicioso plan que se baraja para la construcción de un polideportivo con párking subterráneo y un albergue para peregrinos del Camino de Santiago en el entorno del colegio avilesino
A partir de ahora, Javier Bueno se situará lejos de las decisiones que adopte la cúpula religiosa asturiana sobre el futuro de la institución educativa. "Estoy aquí para seguir peleando, porque si bien la dirección no tiene horarios ni vacaciones y es demasiada carga para cualquiera, el colegio no me cansa", asegura Bueno para concluir: "Ser director es una circunstancia; yo sigo siendo lo que siempre he sido, profesor".
