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El plan del casco histórico tomará medidas contra "los pelotazos urbanísticos"

El documento, pionero en Asturias, incluirá el valor de los terrenos y el umbral mínimo de viabilidad de las diez actuaciones previstas

El entorno de la plaza de Carlos Lobo, con la iglesia de San Antonio de Padua. RICARDO SOLÍS

Los promotores que actúen en alguna de las operaciones urbanísticas previstas en el plan especial de mejora del casco histórico no obtendrán "grandes beneficios". Ése es uno de los objetivos que persigue el nuevo plan de viabilidad, que obligó a introducir el organismo autonómico Cuota en sus precisiones. Se trata de "evitar pelotazos en el planeamiento", tal y como destaca Luis Ramón Fernández Huerga, concejal de Urbanismo de Avilés. La Corporación debatirá la nueva versión del documento del casco histórico en el próximo Pleno, que se celebrará el 24 de mayo, una semana más tarde de lo previsto -las sesiones plenarias son siempre el tercer jueves de cada mes-.

"Es el primer plan de viabilidad que se pide en Asturias y no hay muchos más en España. Consiste en una mezcla de la parte económica y técnica para buscar el porcentaje de beneficio económico para las promotoras. Ajusta el umbral mínimo de viabilidad de una operación. Está todo muy tasado y, en general, no hay grandes beneficios porque construir en el casco histórico es complicado, ya que las condiciones de edificabilidad son muy complejas", explica el responsable de Urbanismo.

En el plan de viabilidad se detalla el valor del suelo y el umbral mínimo de viabilidad de las diez unidades. En ese estudio ya no se incluyen ni la operación en el palacio de Carlos Lobo ni la de la guardería de "Los siete enanitos", que se han sacado del plan y se desarrollarán por otras fórmulas. En todos los casos, se cubre ese umbral mínimo y resulta una rentabilidad positiva, según expone el documento, realizado por una empresa externa.

En total, en las diez unidades incluidas se van a poder construir 110 viviendas, algunas de ellas con algún tipo de protección. Es el caso del ámbito con un valor más elevado del suelo -un millón de euros- y que afecta a la margen derecha de la calle de Las Alas, donde la mayoría del terreno es público. Ahí está prevista la construcción de un edificio con 42 viviendas, de las que 34 deberán tener algún tipo de protección. En la margen impar de esa misma calle, se habilitará un solar edificable de entre una y cuatro plantas y con posibilidad de hacer hasta 14 viviendas. El valor de ese suelo es de 880.544 euros; el umbral mínimo de rentabilidad, 818.643.

El proyecto en la plaza de José Martí incluye una actuación para rehabilitar un edificio y construir uno nuevo con capacidad para siete viviendas. En este caso, el valor de los terrenos tras la actuación es de 440.019 euros y el umbral mínimo, de 395.151 euros, según el informe.

Otra de las grandes actuaciones del plan es la que afecta a las calles Emile Robin y la avenida de Los Telares. La rehabilitación del inmueble, que ahora está casi en ruinas, permitirá poner a la venta doce viviendas. En este caso, el valor del suelo se fija en 970.850 euros y el umbral mínimo de viabilidad, en 847.650 euros. Es el que tiene la mayor diferencia entre los dos conceptos de todas las unidades incluidas en el proyecto urbanístico.

La nueva versión del plan de mejora del casco histórico recoge las otras consideraciones del informe de la Cuota: la incorporación al documento del listado de propietarios y la tramitación en expedientes independientes del plan especial y de la modificación del catálogo urbanístico. Eso obliga a tramitar de nuevo el expediente al completo: la aprobación inicial, exposición pública y alegaciones y paso por el organismo autonómico antes de su visto bueno definitivo.

Los grupos municipales ya están empezando a analizar toda la documentación para determinar si varían o no su voto con respecto a la aprobación del plan del casco de hace dos años -en junio de 2016-. Entonces, solo votaron en contra Somos y Ganemos.

IU, contra atrasar el Pleno

Izquierda Unida, por otra parte, criticó ayer la decisión de la alcaldesa, Mariví Monteserín, de retrasar una semana la celebración del Pleno ordinario: en vez del 17 de mayo será el día 24. "Nos dice que es por problemas de agenda, pero tendrá que explicar cuáles son y establecer sus prioridades. No es la primera ni la segunda ni la tercera vez que retrasa el pleno. Esto ya es una vergüenza", aseveró Llarina González, portavoz de la coalición. En esa sesión plenaria, además de debatir de nuevo el plan de mejora del casco histórico, se aprobará la personación del Ayuntamiento de Avilés que se dirime en un juzgado de Lugo contra Aquagest, en el conocido como "caso Pokémon".

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