Un asturiano se ha colado en la lista de los veinte cocteleros más destacados del país. El ovetense Jorge Nicolás Serrano, con negocio en la calle Alfonso VII de Avilés, participará el próximo 21 de mayo en Madrid en la semifinal del World Class España, la competición de coctelería más prestigiosa del mundo, y opta a convertirse en el mejor "bartender" del Planeta con su cóctel "Small Glories" (pequeñas glorias). "Casi todos los semifinalistas son de Madrid y Barcelona, seré el único representante del norte de España, es todo un orgullo", afirma.

La primera fase de la competición consistió en el diseño de un cóctel sostenible utilizando técnicas culinarias. La inspiración de la receta, su elaboración, la relación con el destilado y las habilidades de presentación constituyeron los ingredientes para pasar la criba. "Esto va más allá de hacer un buen 'whisky shower' o un 'cosmopolitan', cada vez se aplican más técnicas y el mérito está en dar sentido al cóctel", explica el empresario.

Serrano utiliza como ingrediente principal whisky Cardhu dorado reserva ("tira más a tofe, a manzana asada"), al que añade licor de pera y jengibre "para potenciar el sabor". Su copa incorpora sirope de wakame (un tipo de alga con alto contenido en sal) y tintura con nibs de cacao, con tomate seco italiano y burbon. La guinda la pone un spray ahumado y un toque de limón. La técnica de vanguardia está en el clarificado. "Calientas el jugo de limón con gelatina y al descongelarlo, con un tamiz muy fino, queda gota a gota el limón cristalino. Es mucho más suave y elegante y dura mucho más, al no tener pulpa retrasa la oxidación", explica.

Otro de los requisitos que pedían los organizadores de la competición en las recetas es que se tuviera en cuenta la sostenibilidad. "Tanto el cacao como los limones son ecológicos, me los traen de un huerto. Además incorporo el reciclaje del vidrio. Voy a presentar el cóctel en un botella de Cardhu cortada, que he transformado en un vaso en un horno", prosigue.

Jorge Nicolás Serrano estudió Derecho, pero lo de la abogacía no le motivaba en absoluto. "Mi madre encontró un curso de coctelería básica en Escuela de Hostelería de Oviedo, estuve un año allí y empecé a hacer cursos de formación de coctelería específicos. Adquirí experiencia y conocimiento y empecé a presentarme a campeonatos. He estado trabajando en grandes coctelerías del país", explica. El pasado otoño se lanzó y abrió una coctelería en Avilés, la ciudad de su mujer. "Aunque la gente me decía que Avilés estaba muy tranquilo por las noches, veía que había una laguna por cubrir, y la verdad es que la gente me ha recibido muy bien", añade.

El coctelero sostiene que su sector "está muy de moda" y que "en Asturias hay un nivelazo tremendo". En unos días luchará por dar un paso más hacia la final mundial que se celebrará en Berlín.