"El martes era mi cumpleaños, me dijo que me llamaría cuando volviera de pescar, pero no le dio tiempo", lamentaba esta mañana Illán Pérez, el hijo del corverano de 63 años fallecido el martes en la zona de acceso prohibido al dique de San Juan de Nieva. Su otro hijo, Daniel, apuntaba, roto por el dolor: "Casi nunca iba a pescar a ese lugar, no le gustaba, prefería ir a Galicia".

El jubilado de Saint-Gobain se encontraba pescando en el dique de San Juan a las siete y media de la tarde cuando resbaló y se precipitó al agua. El resto de transeúntes que estaban en la zona no pudieron hacer nada por salvarle la vida pese a los intentos. Hubo quien llegó a tirarle una cuerda, que el infortunado llegó a sujetar con sus manos. Pero, al final, el mar se lo llevó, según el relato de los testigos. "No puedo más", fueron sus últimas palabras. La autopsia realizada ayer el Instituto de Medicina Legal de Asturias, ubicado en Oviedo, confirmó que el corverano pareció ahogado.