El avilesino Daniel González y la ovetense Sonia Castrillón se acaban de regalar 155 "picos" en el "Rito del beso" en La Luz. La pareja se casará el próximo julio. Días atrás comentaban a este diario: "Va ser un momento emotivo", decía González. Él es el culpable de meter en el "embolado" del famoso rito del beso a su futura esposa.

"Al principio, ella no quería, me ha costado meses convencerla", explica. Trabajador en una fábrica de Lugones, toda su familia es de Villalegre y de la Luz. A Sonia le dará el sí quiero como "visitante", porque es de Oviedo. "Como la boda es donde la familia de ella, pues que menos que hacer algo aquí. Para nosotros es como la pre-boda. Un gran ensayo general", afirma feliz.

El rito del beso se produce en el marco de las fiestas del Puchero son las celebraciones del barrio de Villalegre, que arrancaron el pasado 18 de mayo y que hoy llegan a su fin, con el tradicional rito del beso. En la ermita de la luz, cada año la pareja elegida tiene que lanzar contra el crucero del templo, un puchero que contiene leche presa. Dependiendo del número de añicos en que quede reducido el recipiente, los enamorados tendrán que darse un número equivalente en besos.

Este año, la coincidencia ha querido que sean 155, un número de evidentes connotaciones políticas por el proceso separatista catalán, y que además supone todo un récord en las fiestas, ya que el año pasado, el número de trozos no sobrepasó los 130.