"El profesorado carece de una formación específica del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)", señaló ayer Celestino Rodríguez Pérez, del departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo, que ofreció una charla junto a la también psicóloga de la institución universitaria, Marisol Fernández Cueli, en el Centro de Servicios Universitarios.

Ambos hablaron del importante papel que desempeñan los docentes en la detección precoz y en la intervención posterior. En este sentido, comentaron cómo hasta hace poco se fijaban en la hiperactividad y la impulsividad de los niños como primer paso para un posible diagnóstico, si bien en la actualidad, apuntó Celestino Rodríguez, "vemos que lo más importante es la ejecución de las tareas, cómo las realizan, si son constantes, pero también en aspectos como la memoria de trabajo, que nos permite procesar la información mientras hacemos las tareas". Por su parte, una vez han sido diagnosticados, recomiendan a los docentes que sitúen a los niños en las primeras filas para facilitar la concentración y les den más de tiempo para ejecutar los trabajos, añadió Marisol Fernández Cueli.

Los psicólogos también se refirieron al aumento de niños con TDAH, aunque lo atribuyeron a los instrumentos con los que se cuenta hoy en día para su detección y también para la elaboración de un análisis exhaustivo. No obstante, observó Cueli, "la detección no es sencilla".