"El nuevo Gobierno no lo podrá hacer peor que el del Partido Popular en cuestión industrial: nuestra interlocutora hasta ahora ni siquiera tenía rango de secretaria de Estado". Esto lo dijo ayer Jesús Izcúe Irigoyen, presidente de Arcelor-Mittal en España, en el transcurso del II Foro de Industria organizado por la Fundación Anastasio de Gracia-Fitel en el auditorio del Centro Niemeyer de Avilés.

La necesidad de que el Gobierno surgido de la moción de censura contra Mariano Rajoy cuente con un Ministerio de Industria efectivo se hizo patente tanto entre los ponentes que representaron a las industrias como entre los que hablaron en nombre de los trabajadores; y es que la fundación organizadora del encuentro -el segundo- es un instrumento operativo de la federación de Industria del sindicato UGT.

Izcúe Irigoyen fue el encargado de abrir la primera de las dos mesas redondas en que se organizó el foro avilesino. El responsable de Arcelor en España habló largo y tendido de los retos a que se enfrenta la industria, pero mostró su preocupación por "la sobrecapacidad de China y los aranceles de Estados Unidos". El alto ejecutivo destacó que "el 25 por ciento del PIB de Avilés proviene de la industria, porcentaje que en Asturias es del 22,2; en ambos casos por encima de los límites marcados por la UE como deseables".

El Foro se desarrolló durante la primera jornada de aplicación efectiva de los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump contra la producción de acero y aluminio europeos. Pero para el principal responsable de Arcelor en España, las amenazas al futuro del sector económico son también otras: la descarbonización (producción libre de gases contaminantes), el precio de la energía y la innovación...

La falta de política industrial patente en los años de Rajoy "puso en riesgo las fábricas de Arcelor-Mittal en Asturias". Esto lo desveló como "anécdota" Luis Ángel Colunga, el actual vicesecretario general de Industriall Trade Union, una federación que reúne a 190 sindicatos"no sólo de la Unión Europea", señaló Colunga, el único avilesino entre los ponentes. "Lakshmi Mittal no pudo hablar con Mariano Rajoy sobre Asturias, el Presidente no lo recibió", aseguró el sindicalista. Esto sucedió en un contexto de "riesgo para las plantas españolas". Y es que la UE obligó a las empresas del magnate angloindio Lakshmi Mittal a deshacerse de fábricas si pretendía hacerse con la planta ILVA, la de Tarento, en el sur de Italia, una fábrica que da empleo a 10.000 personas. Colunga contó esta "anécdota" en una mesa redonda moderada por Eloy Méndez, el jefe de la edición avilesina de LA NUEVA ESPAÑA.

Pedro Hojas, el secretario general de la federación de industria de UGT en España, fue el encargado de cerrar el segundo foro, en su calidad de presidente de la Fundación Anastasio de Gracia Fitel. Durante su discurso insistió en la idea: "Teníamos un Gobierno al que no le gustaba la industria, espero que esto cambie con el que venga ahora", destacó el representante sindical. "Estamos todos expectantes", insistió. El exministro de Industria Miguel Sebastián lo explicó con claridad: "Hasta ahora la política industrial había estado desaparecida. Nadie sabía quién se encargaba de ella, ni siquiera cómo se llamaba el ministro del que dependía", señaló. Se da la circunstancia de que este abandono del sector se da cuando "el 75 por ciento de las exportaciones de la UE son industriales", apuntó el expolítico. Jonás Fernández, eurodiputado socialista, también habló de la necesidad de gestionar un sector que Sebastián calificó como "fundamental": "Espero que la política industrial esté en el día a día del próximo Gobierno", señaló el político asturiano.

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, participó en la clausura del Foro de la Industria: "El gran fracaso de un tiempo que algunos se empeñaron en denominar de milagro español fue precisamente que tuvo muy poco, o nada, de industria". Para Monteserín este tiempo ha acabado "con la moción de censura al Gobierno de Rajoy presentada por el PSOE". La esperanza de una nueva senda sobrevoló el encuentro, que se repetirá el año próximo.