El director general de Pesca Marítima del Principado, Alberto Vizcaíno, recogió ayer la "Llámpara natural", premio que le concedió la Cofradía Buena Mesa de la Mar, arropado por mucha gente, entre otras la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez. Preguntado Vizcaíno sobre qué medidas tomaría si fuera ministro responsable de la pesca aseguró que buscar cuotas pesqueras. "Lo primero que haría sería buscar cuotas de pesca para el sector. Hay ayudas y subvenciones, pero un armador si tiene cuotas suficientes no necesita subvenciones", señaló. "Es necesario ampliar las cuotas de la merluza y la xarda sin olvidar el pixín", añadió. Vizcaíno aseguró que los barcos arrastreros pelágicos "son una desgracia para la flota del Cantábrico; donde pescan ellos no quedan bonitos". "Los pelágicos descartan ejemplares e inciden negativamente en los precios. Es un arte de pesca legal en Europa pero hay que conseguir que la Unión Europea los ilegalice". "En Avilés, Burela y otras zonas se ha acuñado una imagen de calidad del bonito que se pesca respetando la sostenibilidad y la calidad", concluyó.

La Cofradía Buena Mesa de la Mar de Salinas, que preside Vicente Quintanilla, entregó ayer los galardones "Llámpara natural" de 2018 a Alberto Vizcaíno Fernández, director general de Pesca Marítima del Principado, y al Servicio Marítimo de Vigilancia Aduanera, que tiene entre otros cometidos la lucha contra el contrabando y el narcotráfico, así como contra el blanqueo de capitales y el fraude fiscal en todo el territorio marítimo español e incluso en aguas internacionales. Fue creado en el siglo XVI y actualmente depende de la Agencia Tributaria.

El "Alcaraván IV", una patrullera de 28 metros de eslora del Servicio Marítimo de Vigilancia Aduanera con base en el puerto de El Musel (Gijón), realiza una media de 400 intervenciones anuales en mar abierto y en puertos asturianos. El barco navega al año unas 800 horas, la mayoría en tareas de reconocimiento, según señaló el delegado especial de la Agencia Tributaria de Asturias, José Ignacio Rollán Leal, que recogió el premio acompañado de Miguel Vadillo, capitán del buque insignia de Servicio de Vigilancia Aduanera, el "Petrel I", que ayer estuvo atracado en Avilés y organizó una jornada de puertas abiertas.

"El premio al Servicio Marítimo de Vigilancia Aduanera lo teníamos en cartel desde hace tiempo. Es un organismo que desarrolla un servicio público muy importante, como la Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima, Sasemar, que recibió el premio en 2011 y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que tuvo el galardón de 2016", señaló Vicente Quintanilla.

El Servicio Marítimo de Vigilancia Aduanera está formado por más de 800 hombres y mujeres que son agentes de la autoridad y policía judicial, pero no militares, ya que dependen de la Agencia Tributaria (Ministerio de Hacienda). Además de los medios humanos cuentan con medios técnicos, seis helicópteros y cuatro aviones para la lucha contra el narcotráfico, el blanqueo de dinero y el fraude fiscal.

"Ha sido un premio inesperado e inmerecido. El sector pesquero en Avilés tiene mucho peso y la Cofradía Buena Mesa de la Mar hace muchas actividades en defensa de la mar y la pesca", señaló Alberto Vizcaíno. Vicente Quintanilla destacó la "preocupación por las gentes de la mar" y la colaboración que siempre tiene Alberto Vizcaíno con la cofradía, "a la que está unido desde hace mucho tiempo".