Familiares, amigos y vecinos de Castrillón acudieron ayer a la misa funeral que se celebró por la tarde en la iglesia de Piedras Blancas en recuerdo del exvendedor de cupones Aladino López, de 58 años, que murió el lunes en una residencia geriátrica de Corvera, donde se recuperaba de las heridas que le causó la brutal paliza que sufrió la madrugada del pasado 3 de enero en Piedras Blancas. López estuvo varias semanas hospitalizado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), al principio, en coma inducido en la UCI. Un mes después, pasó a planta, donde siguió recuperándose hasta su traslado a un geriátrico de Corvera.

Aladino López ingresó en el HUCA grave y con muchas lesiones cerebrales por lo que los médicos decidieron inducirle un coma. Dos días después de la brutal paliza, la Guardia Civil detuvo al joven A. G. G., de 18 y vecino de Piedras Blancas, que ahora está en prisión.

Los hechos ocurrieron poco después de las cinco de la mañana del 3 de enero, cuando A. G. G. atacó al exvendedor de cupones a la puerta de una panadería de la calle Pablo Iglesias adonde la víctima y el agresor habían entrado a comprar bollos tras una noche de fiesta.

El agresor le reventó a golpes los huesos de la cara y después le dejó tirado a unos pocos metros de la iglesia de Piedras Blancas. Agentes de la Policía Local de Castrillón fueron los primeros en llegar al lugar de los hechos, pero el agresor ya se había dado a la fuga.