La dirección del conglomerado de empresas Melca aseguró ayer que "José Luis García Arias (su fundador) y Luis Miguel García Becerril (uno de sus hijos) sólo buscan dañar la imagen de grupo". Desde hace casi dos años, la gestión del holding está en manos de su liquidador, Daniel García Becerril, de su hermana Elena y de Isabel Becerril, que es la madre los dos empresarios y también de Luis Miguel y que, además, estuvo casada con García Arias.

Los gestores del conglomerado empresarial en disputa por desacuerdos entre sus cinco propietarios sostienen "que hay indicios de que pueda estar cometiendo un fraude a la Seguridad Social". Por esta razón, "desde el Grupo Melca se han adoptado las medidas habituales en estos casos para comprobarlo". Esta explicación viene después de que Luis Miguel García Becerril -el único de los tres hermanos que apoya al fundador defenestrado- haya denunciado el seguimiento de un detective privado, que aparca delante de su domicilio en Piedras Blancas.

Este profesional declaró esta semana ante el juez que fue Elena García Becerril -la hija mayor de García Arias- quien había contratado sus servicios. Este otoño pasado, el veterano industrial denunció también ante el juez que un detective le estaba siguiendo. El profesional declaró entonces ante el juez que había sido también Elena García Becerril quien lo había contratado. El caso quedó sobreseído.

Melca, a través de una nota, señala que "recientemente el TSJA rechazó una denuncia de Luis Miguel García Becerril por acoso laboral". Por esta razón, rechaza que los dos socios defenestrados "sigan instalados en una estrategia de judicialización que ha resultado ser un fracaso y con la que únicamente buscan dañar la imagen del grupo".