Ricardo Rodríguez (Oviedo, 1973) es el nuevo director general de Asturfeito, compañía especializada en proyectos metalmecánicos de máxima complejidad técnica. Ingeniero industrial por la Universidad de Oviedo y máster por la Universidad Tecnológica Chalmers de Suecia, comenzó su trayectoria profesional en 1998 en Volvo y, tras la experiencia en el país nórdico, regresó a Asturias para incorporarse a Duro Felguera, firma en la que trabajó durante cuatro años (uno de ellos desplazado en México). Volvió a España contratado por Philips y, tras pasar tres años en la central de la empresa, en Holanda, volvió a casa en 2012. Fue entonces cuando lo fichó el fundador de Asturfeito y ahora presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito.
- ¿Cómo afronta el nombramiento?
-Con mucha ilusión y motivación. Tomar la decisión de cambiar fue fácil porque tenemos un equipo muy profesional y eso ayuda mucho al desarrollo de la empresa. En estos siete años que llevo aquí la facturación se ha multiplicado por tres, doblamos el número de empleos (en la actualidad hay 230 puestos directos)... Da gusto trabajar aquí, la gente está muy motivada.
- ¿En qué sectores está Asturfeito más focalizada?
-Tenemos una política de diversificación. Estamos enfocados en cuatro sectores principales, intentamos que el peso de todos ellos sea proporcional. Trabajamos para el de las renovables, sobre todo para eólica marina, para la que aprovechamos la experiencia que tenemos en el oil and gas off shore (para explotaciones petroquímicas y gasísticas en alta mar). Seguimos trabajando con el oil and gas en el área off shore, y confiamos en que con el repunte que hay ahora en los precios del petróleo podamos aprovechar y conseguir algún proyecto que se active después del letargo de los últimos tres años. Uno de nuestros principales focos es el de las grandes instalaciones científicas. Seguimos trabajando con proyectos internacionales, de mucha especialización y con mucha competencia. También mantenemos los productos para la industria del acero, sector en el que empezó Asturfeito hace 28 años.
- Hace ya años que Asturfeito se fijó en las renovables, en general, y en el sector off shore en particular, ¿los proyectos se hicieron esperar?
-Es un mercado en el que se tarda en entrar, son proyectos que van planificados a muchos años vista, que tienen un proceso de cualificación muy estricto por parte de los proveedores. El escenario, además, no fue el esperado. No pensamos que fueran a subir las renovables con el precio del petróleo bajo. Lo lógico es que las renovables sean más competitivas cuando el petróleo es más caro, pero hay un peso político y social muy importante para favorecer el desarrollo de las renovables que justo coincidió con la bajada del petróleo. En realidad, no nos vino mal porque parte de la capacidad que tenemos disponible la dedicamos a ese mercado.
- En la presentación del Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos (LSST) dijo que este proyecto es uno hito para Asturfeito. ¿Incluso más que ALMA, el proyecto con el que Asturfeito se convirtió en un referente internacional en el campo de las instalaciones científicas?
-Es un hito comparable a ALMA, tanto en requisitos técnicos como en términos de referencia internacional. Toda la comunidad astronómica está pendiente de este telescopio. La diferencia es que el LSST nos va a dar mucha más visibilidad en el mercado de los Estados Unidos. ALMA era un proyecto liderado por la ESO, que es una organización europea, cuando el LSST es un proyecto cien por cien americano. Creo que nos va a venir muy bien para posicionarnos en ese mercado.
- ¿El próximo hito está ya en camino?
-Estos proyectos no salen cada año. Sí que hay planes y de hecho la próxima semana vamos a participar en Estados Unidos en la feria internacional de astronomía (SPIE) más importante del mundo, que se organiza cada dos años. Presentaremos el LSST y veremos que opciones hay. Pero estos son proyectos que tienen un periodo de maduración larguísimo y muy caros (el LSST cuesta 700 millones de euros). Desde el diseño a la fabricación estamos hablando de unos a diez años.
- ¿Qué proyectos están ejecutando para el sector off shore?
-La mayoría están sujetos a condiciones de confidencialidad que nos impiden aportar detalles. Para renovables, por ejemplo, estamos con un proyecto para Alemania, suministramos equipamientos para turbinas de nueve megavatios (las más grandes en activo que hay en la actualidad). En off shore ya suministramos equipos para el Mar de Norte y para prototipos de Estados Unidos y China. A principios de verano haremos una entrega para el mercado ruso, en este caso para el sector oil and gas, Otro para el mercado ruso, primera entrega la vamos a cerrar a principios de verano (oil and gas), otro reto de ingeniería porque es una zona muy al norte, con condiciones muy adversas. En ese contrato colaboramos con otras tres empresas asturianas.
- ¿Perspectivas de proyectos a corto-medio plazo?
-Esperamos que este año mejore el mercado del oil and gas. El precio del barril pasó de 25 a 40 y ahora está en 70-75 dólares por barril. Se están activando proyectos que llevaban años parados. También esperamos penetrar más en las renovables, que están en expansión. Estamos trabajando con varios clientes y esperemos que en alguno de ellos encaje la propuesta que les hemos presentado, estamos en plenas negociaciones.
- ¿Qué supone la I+D+i en Asturfeito?
-Es un pilar básico y tenemos definidas varias líneas de trabajo. Dos de las áreas principales en las que estamos trabajando es en procesos y sistemas de fabricación. Nos encontramos en plena digitalización lo que se conoce como industria 4.0. Hemos contratado a un profesional muy centrado en esta área que nos está ayudando a desarrollar toda esta parte, desde la eliminación de todo el papel físico, incorporando ya sistemas de nuevas tecnologías, a la conexión de máquinas a sensores para monitoración y para trabajar a distancia remota desde el departamento de ingeniería. Por otro lado está la robotización. Ya tenemos algún producto incorporado en el proceso de fabricación. Estamos trabajando en proyectos para avanzar en ese área.
- ¿Qué producto?
-Un robot de soldadura.
- ¿Robots por soldadores?
-No, no se trata de sustituir, sino de cambios en la forma de trabajar. Que las nuevas tecnologías se incorporen a los procesos de fabricación va a requerir profesionales más especializados. Es una oportunidad, no una amenaza. El profesional, además de soldar dendrá que saber algo de programación, por ejemplo. Son perfiles que van a estar más desarrollados y que van a tener más oportunidades.
- Asturfeito se ha sumado al proyecto "Fábrica Asturias", ¿qué espera de esta alianza empresarial?
-El desarrollo tecnológico del que estamos hablando obliga a salir de la tradicional sectorización, hay que trabajar de forma transversal con otro tipo de empresas, no solo del metal sino de tecnología o de software, por ejemplo, que te van a aportar otros servicios. El salto que se da con "Fábrica Asturias" es la colaboración para avanzar a otro nivel de procesos y servicios que ofreces al cliente y que nos permitirá tener un proyecto más completo a la hora de competir por contratos.
- ¿Se avecina una nueva ampliación? Ya han tenido que alquilar naves en Silvota...
-Decidiremos en función de cómo evolucionen las contrataciones en los próximos meses.
- ¿Qué pide al Gobierno de Pedro Sánchez?
-Que apoye el desarrollo industrial y la I+D+i. Creo que hay una gran diferencia entre regiones, necesitamos una estrategia definida y clara para desarrollar la industria en España.
- ¿Algo que añadir?
-Las comunicaciones que tenemos con el mundo exterior desde Asturias, que son largas y no voy a entrar en si son caras o baratas. Es una desventaja competitiva muy profunda con cualquier otro país de Europa. La ruta a Londres es imprescindible y necesitamos conectarnos con París, Amsterdam o Fráncfort. Hoy nuestro aeropuerto de referencia es el de Bilbao.
