Cáritas del Arciprestazgo de Avilés atendió a lo largo del año 2017 a 2.163 personas, un 19 por ciento menos que el ejercicio anterior, y destinó 401.032 euros a la mejora de la calidad de vida de estos demandantes de ayuda, según se desprende de la memoria de la entidad. Dicha reducción, explicó ayer Francisco Álvarez-Buylla, coordinador arciprestal de la institución en Avilés, se debe a que "hay personas y familias que ya perciben el salario social y al hecho de que otras han encontrado un empleo, a veces precario". No obstante, el responsable avilesino de Cáritas añadió que 74 familias que han solicitado amparo tienen algún miembro trabajando, "por tanto, el empleo ya no es garantía para prevenir la pobreza".

En cuanto al número de familias que recibieron apoyo de la organización no gubernamental dependiente de la Iglesia ascendió a 846. De éstas, 263 llegaron el año pasado por primera vez a Cáritas. Otro dato a destacar es que un total de 205 núcleos familiares llevan más de un año siendo atendidas y 158 más de dos, resaltaron ayer los representantes de Cáritas en Avilés, durante la presentación de la memoria de 2017. En el año 2016 las familias acompañadas por Cáritas habían sido 953 (un 7 por ciento menos que el año anterior), y 394.287 los euros invertidos.

En el acto, que contó con la presencia de Vicente Pañeda, delegado arciprestal de Cáritas y párroco de Piedras Blancas, se puso el foco de atención en otras demandas, "que si bien no son las que ocupan las mayores inversiones, sí han ido aumentando en los últimos años y en 2017 representan más del doble que el anterior", observó Álvarez-Buylla. Dichas ayudas están relacionadas con la salud -para la adquisición de gafas, tratamientos de dentistas, psicólogos, ortopedias y compra de medicamentos-, la formación -matrículas, clases de apoyo a menores, libros y material escolar-, las gestiones administrativas -trámites de documentación, deudas con Hacienda o la Seguridad Social- y el transporte -viajes a consulados-. "Sin estas ayudas, las personas o familias no podrían acceder a determinados derechos o prestaciones", comentó el coordinador.

En relación a las características de los hogares de las personas y familias que acuden a Cáritas, Carmen Gutiérrez, trabajadora social de la organización no gubernamental católica, indicó que "existe mayor riesgo de pobreza en aquellos con menores y, especialmente, cuando se trata de familias monoparentales". Concretamente, el 52 por ciento de las familias tienen menores y el 20 por ciento son monoparentales, presididas en su mayoría por mujeres.