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Avilés se prepara para la cuarta revolución productiva

"O evolucionamos o morimos", advierte el director de Idesa

Asturfeito, compañía especializada en proyectos metalmecánicos de máxima complejidad técnica, está poniendo también los cimientos del 4.0. "El primer paso es tener la fábrica conectada (instalar el cable, la fibra óptica..) Esa fase está desarrollada", apunta el director de operaciones de la empresa, José Carlos González.

El papel tiene los días contados tanto en Windar como en Asturfeito. "Hasta ahora los operarios hacían en papel los partes de trabajo. Al final de la jornada lo firman, lo pasan a la secretaria y se incorpora al sistema informático. Con el 4.0 todo pasará directamente a un programa de software desde una tablet. Esta fase la queremos poner en marcha en los próximos meses", prosigue González. En estas plantas se generan miles de documentos al día: planos, partes de trabajo, albaranes, facturas de proveedores... Todo pasará a un programa informático o a la nube.

En la compañía del industrial Belarmino Feito están instalando máquinas de soldadura conectadas a una red inalámbrica (permitirá trasladar por wifi la información de parámetros de soldadura al trabajador y hacer una monitorización remota de las máquinas) y también avanzan en la incorporación de robots al proceso productivo. "Ya está funcionando un robot de soldadura y se instalará otro a finales de año. Los robots estaban pensados para las grandes producciones en serie, como las de automoción. Nosotros trabajamos con proyectos y ahí está el reto, en personalizar el robot y adaptarlo al tipo de piezas a desarrollar, que son distintas en cada proyecto", prosigue José Carlos González. La supresión del papel también está relacionada con la trazabilidad, que también se digitaliza. Con un lector se puede saber al segundo cuándo entró la chapa, sus características, cómo se soldó... toda la trayectoria del producto desde la entrada de la materia prima hasta su salida de fábrica.

En Asturfeito estudian además la posibilidad de incorporar robots colaborativos, una solución para trabajos muy repetitivos. Estos aparatos se pueden programar de una manera sencilla, incluso por personal no cualificado y sin conocimiento de programación, y pueden trabajar con personal humano sin restricciones de seguridad (los otros robots industriales requieren de grandes medidas de seguridad y no puede haber trabajadores cerca mientras están funcionando, por lo que requieren de un vallado de seguridad).

Desde la patronal asturiana del metal, Femetal, se viene alertando de que la transformación digital en los procesos de producción en las empresas del sector en Asturias es "verdaderamente baja". "O nos sumamos, o esta evolución nos va a desbordar y nos quedamos muertos", avisó en un foro empresarial Julio Martín Ramos, director de Idesa, firma del Grupo Daniel Alonso que también está volcada en la cuarta revolución industrial.

En la comarca avilesina son varias las empresas que avanzan en lo que se conoce como industria 4.0. Hierros Cantón ultima una inversión millonaria para centralizar sus instalaciones en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) y automatizar todos sus procesos. Como informó este periódico, la nueva fábrica será "inteligente", completamente automatizada y con tecnología puntera: grúas automáticas, robots... El metal avilesino bulle con la cuarta revolución industrial.

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