José Antonio González Montoto se ordenó sacerdote hace cincuenta años y dos días. Ayer, celebró sus bodas de oro presidiendo una misa solemne en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, donde ejerció durante casi una década hasta el pasado año, que fue nombrado director de la Casa Sacerdotal. Anteriormente, ya había estado vinculado a Avilés, concretamente a la parroquia de San Nicolás, donde sirvió como coadjutor de Ángel Garralda. Aseguró estar "contento, cada día más". Después de cincuenta años en el púlpito, dijo además haber cumplido con creces todas sus expectativas: "Cuida a los demás me hace feliz".

Manifestó también estar satisfecho con el cargo que ocupa en la actualidad. "El encargo que tengo de cuidar a los sacerdotes es precioso, el más bonito de todos los que me han hecho", confesó. Sus compañeros en el arciprestazgo compartieron el oficio religioso. Con Montoto, estuvieron Vicente Pañeda, arcipreste de Avilés; Ángel Llanos, que actualmente se encarga de atender la iglesia de San Antonio (antigua de los Padres Franciscanos) y Reinerio Rodríguez, "Neyo", actual sacerdote de Santo Tomás de Cantorbery, entre otros.

"Esa celebración ha sido un regalo de la parroquia", manifestó Montoto, que llegó a la iglesia que fue su casa poco antes de la una de la tarde. En la sacristía recibió el cariño de sus feligreses, que se apuraban por conseguir recordatorios de sus bodas de oro. Tras la misa, fieles y sacerdotes compartieron mesa y mantel.

La parroquia de Santo Tomás es una de las más señeras de Avilés, tanto por el número de fieles con los que cuenta (cerca de 20.000 potenciales feligreses) como por su ubicación, en una de las zonas históricas de la ciudad. Montoto fue designado copárroco en el año 2009 por el entonces arzobispo de Oviedo Carlos Osoro. Nacido en Caravia en 1940 es uno de los sacerdotes más reconocidos de la archidiócesis aunque su puesto esté ahora en la Casa Sacerdotal Diocesana.