El periodista Arcadi Espada, cuyo reciente paso por Avilés para participar en un congreso sobre salud mental estuvo precedido por el veto que le hicieron los colectivos feministas de la ciudad y la censura de organizaciones políticas como IU -en ambos casos recalcando el "machismo" que destila el personaje y su supuesta "misoginia"-, ha dado su versión del encontronazo que tuvo en el Hospital San Agustín con un grupo de mujeres que le quería recriminar su forma de pensar.

Espada alude a lo ocurrido en el artículo dominical que publica en el diario "El Mundo". Explica que vino a Avilés invitado por el psiquiatra Juan José Jambrina para hablar del impacto moral de las neurociencias y que cuando iba a entrar en la sala de actos del hospital "se me acercó un pequeño grupo de chifladas". Añade que "lo encabezaba una concejal comunista (Carmen Conde) que mientras balbucía que su grupo me había declarado persona non grata pretendió entregarme un qué se yo qué informe de agravios". Y concluye: "Rígido le contesté que era una maleducada. Los dos en nuestro papel: cualquiera comprende que la chifladura requiere de la salud".