La rula de Avilés cerró el ejercicio del año pasado con el segundo mejor resultado económico desde que la gestión está en manos de una sociedad (2009). El conjunto de actividades desarrolladas en la lonja arrojó una cifra de negocio de 41,8 millones de euros, un 16,5 por ciento más que en 2016. Desde que abrió el complejo climatizado, esa cifra sólo se superó en 2014, cuando casi se alcanzó los 43 millones de euros.

"Son datos positivos. Hubo un buen ejercicio en la captura y subasta pescado. En ese sentido, el gerente, Ramón Álvarez, hizo un gran esfuerzo. Se reincorporó con ganas después de su marcha", manifestó Santiago Rodríguez Vega, presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, tras la celebración de la junta general de accionistas. En 2017, la cantidad de pescado comercializada se incrementó en casi un 8 por ciento: pasó de las 13.100 toneladas a 14.100. Respecto a la facturación por la venta de pescado, aumentó un 13,4 por ciento con respecto a 2016: llegó hasta los 39,6 millones de euros.

El resultado final del ejercicio de 2017 fue de un saldo positivo de 138.513,54 euros frente a los 57.150,67 del año anterior. "La situación económica nos permite pensar que el futuro de la sociedad está bien enfocado. El nivel de endeudamiento es bueno a pesar de tener que afrontar el pago de la inspección de la Agencia Tributaria y la construcción de la nueva fábrica de hielo. Además, los recursos de personas están bien dimensionado y los trabajadores hacen un esfuerzo por atender todas las necesidades. Todo esto nos permite estar satisfechos", destacó el presidente.

Las previsiones de cara al cierre del ejercicio de 2018 son positivas, a la vista de cómo va transcurriendo el año. "Hay que ser prudentes. Por el momento, estamos ligeramente por encima del año pasado, pero esto puede cambiar en cualquier momento. No obstante, esperamos acabar el año razonablemente bien y así poder decir a los armadores y clientes que les seguimos prestando un buen servicio", abundó Santiago Rodríguez Vega. El presidente reconoció el trabajo desarrollado por la gerencia de la rula para dotarla de marcas de calidad y posicionar a la lonja "desde un punto de vista de trazabilidad, calidad...". "Darle un marchamo de diferencia", concluyó.