El Grupo Daniel Alonso, con sede en Avilés, cree que ha llegado el momento de adquirir el músculo financiero necesario para afrontar los retos que se le presentan tras lograr una presencia más que notable en el sector de la energía eólica marina y después de haber abierto filiales en cinco países, el último Rusia. Conscientes de las limitaciones de tamaño que tiene para competir con garantías en mercados mundiales cada vez más complejos, los hijos del fundador, Daniel Alonso, -los que tienen el control del grupo desde 2015- han iniciado la búsqueda de un socio financiero que apuntale el deseado crecimiento a medio plazo.

Fuentes del grupo confirmaron a este diario que hace meses se contrató al banco de inversión Lazard para que buscase un aliado financiero que compartiese con el Grupo Daniel Alonso el esfuerzo económico de su desembarco en Rusia, si bien esa operación se frenó porque el plan inicial era más ambicioso y, al "encoger" el proyecto, la firma asturiana fue capaz de gestionarlo con sus propios recursos. Finalmente, tal y como informó este diario, para constituir la sociedad promotora de la planta rusa, en la que Windar Renovables es mayoritaria, el Grupo Daniel Alonso suscribió una alianza con dos socios locales: Severstal -una gran compañía rusa de los sectores minero y de producción de acero- y RusNano -un fondo de inversión con respaldo gubernamental-. Estos movimientos son sólo un ejemplo de que la dimensión actual del negocio del Grupo Daniel Alonso -que continúa siendo una sociedad familiar- resulta incompatible con proyectos de gran envergadura, precisamente los que cada vez con mayor frecuencia tiene la oportunidad de acometer.

Desde la dirección del Grupo Daniel Alonso desmintieron ayer que el holding esté en venta, llegando a asegurar que tal cosa no ocurrirá "ni de aquí a dos años". No obstante, la hipótesis de la entrada de un socio ajeno a la familia Alonso en el capital cobra fuerza cada día que pasa y está extendida desde hace meses entre la plantilla: "Algo se está cociendo, hoy mismo (por ayer) hubo visita de ejecutivos -una de tantas que hay últimamente- a uno de los talleres e iba al frente Orlando Alonso (el presidente de Windar Renovables, una de las sociedades más valiosas del holding)", aseguraron fuentes consultadas. También en medios sindicales dan por sentado que se ha abierto la veda para buscar un socio con solvencia financiera, lo cual es compatible con la afirmación de que el grupo no está en venta: el pretendido socio podría adquirir solo una parte del capital o entrar a formar parte del accionariado mediante una ampliación.

No sería la primera vez que el Grupo Daniel Alonso toma medidas drásticas para afianzar su crecimiento: cuando en 2007 Daniel Alonso (padre) vio el enorme potencial del sector de la eólica marina -entonces un mercado incipiente- puso en venta el 75% de Daorje, la mayor empresa auxiliar de Asturias por trabajadores en plantilla. Lo que buscaba era obtener fondos con los que sentar las bases de un proceso de diversificación felizmente culminado. El fondo de capital riesgo británico 3i pagó unos 130 millones de euros por tomar el control de Daorje, de la que se deshizo en 2014, y Alonso embolsó el dinero necesario para tomar impulso en el negocio de los aerogeneradores marinos y las estructuras que los sustentan.

Ahora el gigante avilesino de la eólica marina aspira a mantener el vertiginoso ritmo de crecimiento que le ha llevado a abrir fábricas en tres continentes y cree que el momento es óptimo para buscar inversores: hay indicios de recuperación del sector del gas y el petróleo, especialmente en Norteamérica, y la Unión Europea marca unos objetivos muy ambiciosos en materia de fomento de las energías renovables, entre ellas y de forma señalada la energía eólica.