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La "triste" historia de una pieza de altos vuelos

Mario Serrano diseñó una escultura para la inauguración del aeropuerto en 1968 que halló tiempo después en un vertedero

Mario Serrano posa junto a la pantalla con el vídeo del Nodo en el que figura Carmen Polo, de espaldas, descubriendo la placa en la inauguración del aeropuerto, con la escultura que él diseñó. RICARDO SOLÍS

"Esta es la triste historia de una escultura", afirma Mario Serrano, delineante ya jubilado y creador, junto a Isidro Tito Álvarez García, "Tito el Tintolo", de una pieza de metal que sirvió para colocar una placa que conmemoraba la inauguración del Aeropuerto de Asturias el 16 de junio de 1968. Esa escultura fue descubierta por Carmen Polo, mujer de Francisco Franco, durante su visita a las instalaciones del aeródromo de Santiago del Monte. La obra, echa a la carrera para la ocasión, no tenía nombre y, con el paso de los años, fue encontrada por su creador en un vertedero próximo al aeropuerto. No se pudo recuperar.

Serrano y "Tito el Tintolo" trabajaban en 1968 en Imetrasa, una firma ya desaparecida que hacía las veces de auxiliar de Ensidesa, ahora Arcelor-Mittal. "Era una empresa de calderería y mecanización, trabajábamos en la oficina de planificación y desarrollo", destac Serrano. Los dos tenían que elaborar un trabajo para la inauguración del Aeropuerto y, para ello, contaban con poco más de un día: "Todo después de que Ensidesa no pudiera hacerla". La actuación no era baladí, sería la pieza que soportaría la placa con el nombre del Caudillo.

"Comenzamos a diseñarlo todo, teníamos un día y poco más, lo hicimos todo en el taller de Imetrasa, trabajaron un calderero, un soldador y nos llevó incluso parte de la noche, nos fuimos a casa de madrugada", indica Serrano, que recuerda que los materiales empleados en la estructura era piezas de acero de nueve por seis centímetros y una base de chapa de diez milímetros. "Poco a poco, fuimos configurando la estructura", apunta el delineante, que observó que, una vez finalizada, la pieza quedó como hierro liso. No les gustó porque preferían que fuera una superficie irregular, con aristas. Pero así quedó.

A la mañana siguiente, fue trasladada al aeropuerto. "Después de prepararlo todo, íbamos a ponernos a retirar los restos de la escoria derivada de haber escamado la pieza, la escoria se había quedado dentro de la estructura..., pero en ese momento se presentó allí un alto cargo, creo que era director de Aviación Civil, y llegó con todo loas: 'Es una obra ideal que simboliza Asturias, el acero y el carbón'. Cuando hablaba del carbón se refería a la escoria", relata Serrano con una sonrisa. Después, llegó el momento de colocar la placa.

El tiempo pasó y Serrano dejó de trabajar en Imetrasa. Viajaba en avión de vez en cuando y allí veía la estructura que había diseñado con su compañero "Tito el Tintolo". Hasta que un día, en 1984, le tocó ir al aeródromo para elaborar un plan de gestión de residuos. Cual fue su sorpresa cuando se encontró la escultura tirada en un vertedero próximo a las pistas. Serrano no conserva fotos de la obra, pero sí puede admirar su pieza en un vídeo del Nodo, colgado en Youtube. "Tristemente, esa escultura ha muerto para siempre", concluye.

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