Un veterano trabajador de la industria auxiliar destinado en la nave B de electrolisis, en las instalaciones de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) en San Juan de Nieva, murió de manera fulminante ayer pasadas las seis de la mañana. Los servicios técnicos del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales investigan la causa del fallecimiento súbito. Ayer por la tarde, la Guardia Civil seguía recogiendo testimonios de trabajadores con el fin de clarificar la razón última del fallecimiento. Los médicos forenses se encargaron de hacer la autopsia. La empresa y los sindicatos trabajan sobre la hipótesis de una muerte natural.

Según ha podido saber este periódico, el trabajador, de 57 años, se apoyó en una canaleta que alimenta las cubas electrolítica. "De repente, cayó fulminado", señaló un testigo. Inmediatamente, fue atendido por el servicio médico de la empresa. "Pero no pudo hacer nada", explicó. La muerte le había sobrevenido sin ningún aviso: "Fue rápido".

El trabajador tenía dos hijos y era un experimentado empleado. La muerte tuvo lugar en el inicio del turno de mañana. El empleado llevaba "varios años" realizando labores de mantenimiento en las instalaciones de Asturiana de Zinc a cuenta de la empresa Eulen. Los trabajadores se concentran mañana para recordar al trabajador fallecido.

En 2013, falleció un trabajador por una descarga eléctrica. Sucedió en el mes de noviembre, en el parque de intemperie. Aquel mismo año, en octubre, un empleado de una subcontrata sufrió heridas graves por una máquina apisonadora. Sin embargo, el accidente más grave de cuantos se vivieron en las instalaciones fue el envenenamiento masivo por mercurio de personal de una subcontrata.