"Es una vergüenza", declaró ayer uno de los intoxicados por mercurio en las instalaciones de Asturiana de Zinc (Azsa) entre mediados de noviembre y comienzos de diciembre de 2012. Y es que las víctimas del accidente vuelven a estar en pie de guerra tras conocer la demanda que la compañía fundidora de cinc ha interpuesto contra la consejería de Empleo, Industria y Turismo a cuenta de una rebaja de la multa impuesta por la Inspección de Trabajo a la compañía. La Asociación Asturiana de Intoxicados por Metales Pesados y Otros Agentes Químicos, el colectivo que agrupa a buena parte de los envenenados por mercurio, considera que el accidente "no es que fuera muy grave, fue gravísimo".

La asociación aseguró que las empresas Azsa e Ingeniería Montajes del Norte (Imsa) "incumplieron 17 normas de seguridad, 17, que se dice pronto". Por esto, el colectivo sostiene que la pretensión de la rebaja de la multa y de la calificación administrativa del accidente sólo produce en ellos "perplejidad e indignación".

Se da la circunstancia de que la compañía había conseguido que el Inspector de Trabajo rebajase un escalón la calificación cuando en noviembre pasado, el Gobierno del Principado activó la sanción que había quedado en suspenso como consecuencia de la investigación penal que se cerró en la primavera del años pasado con el acuerdo de culpabilidad de dos mandos de Azsa e Imsa. La multa pasó de 500.000 a 380.000 porque Inspección de Trabajo estimó parcialmente las alegaciones de Azsa. Lo que busca ahora con la demanda es rebajar más aún el calificativo. Y eso es lo que saca de quicio a los trabajadores afectados. "Queremos recordar a Azsa que éste está considerado como el accidente de este tipo más grave de Europa", subrayaron desde la asociación.