Los lectores de LA NUEVA ESPAÑA tienen a partir de hoy la oportunidad única de adquirir al precio de 29,95 euros el libro "Avilés en el pasado", un álbum de imágenes del siglo XX de extraordinaria calidad realizadas por los mejores fotógrafos de la época, procedentes del archivo de Nardo Villaboy, que atesora la mayor colección de este tipo existente en la ciudad. Además de cientos de fotos, el libro incluye un prólogo de la Cronista Oficial de la villa, María Josefa Sanz, textos alusivos a las imágenes de una veintena de periodistas, historiadores y artistas, planos de construcciones singulares, portadas de la prensa local y una selección de anuncios publicitarios de antaño. Todo en trescientas páginas impresas en papel de 170 gramos con un esmerado diseño que potencia la belleza de la imágenes. El editor de "Avilés en el pasado" explica en esta entrevista el origen de las fotos, su valor histórico y el proceso de elaboración del libro.

- ¿Cuándo y por qué publicó "Avilés en el pasado"?

-Este libro, que vio la luz en 2015, hizo el número 38.º de los 41 que tengo editados, todos de fotografías, en la inmensa mayoría de los casos propias y hechas desde el aire. Se trata de la tercera entrega de fotos antigua de Avilés y enriquece los dos tomos anteriores con nuevo y muy interesante material. El detonante que me llevó a publicarlo fue la adquisición del archivo fotográfico de José Espolita Rojo, un material extraordinario (más de 800 negativos y medio centenar de placas) que, según entendí, merecía la pena ser puesto a disposición de todos los avilesinos.

- Y ahora, en alianza con LA NUEVA ESPAÑA, se oferta a un precio irresistible.

-Ciertamente, eso es fruto de un esfuerzo conjunto por mi parte y el periódico; se trata de un precio sin parangón que hará posible el acceso al libro a todo el público interesado. Es una oportunidad única para adquirir y conservar unas fotos exclusivas de Avilés; también una ocasión irrepetible, porque no está previsto hacer una segunda edición de la obra.-

- Ha citado usted a Espolita, uno de los grandes documentalistas fotográficos del Avilés del siglo XX, pero en el libro hay material de más autores.

-En efecto, hay fotos de Alonso, Duarte, Fran, Huerta, Mina, Nóbel, Ibarra, Mariño y Edmundo. Amén de otras aportaciones documentales en forma de planos y publicidad de época.

- ¿Qué tratamiento ha hecho usted de las fotos seleccionadas para el libro?

-El mínimo imprescindible para potenciar su calidad o reparar daños que pudieran tener.

- ¿Qué lugares y estampas de Avilés muestran las fotos de "Avilés en el pasado"?

-Los diferentes capítulos en los que está estructurado este libro nos hacen viajar por la plaza de España, las calles de origen medieval, el entorno del parque del Muelle, Las Meanas, Sabugo, la estación del tren, los cuatro grandes templos avilesinos, la calle La Cámara, los palacios, el puerto, la ría...

- Tampoco faltan apuntes etnográficos, historia y costumbrismo.

-Así es, hay un apartado de fiestas y celebraciones religiosas, otro dedicado a la construcción de Ensidesa, un tercero con fotos del traslado de los restos mortales de Pedro Menéndez, estampas fabriles, una selección de personajes y agrupaciones cívicas avilesinas... Y mi preferido: un capítulo dedicado a Los Tubos de Ensidesa, esas originales construcciones que a falta de escuelas permitieron la escolarización de cientos de niños cuando se produjo el boom demográfico de la siderurgia. Puede que fueran precarias, pero resultaron funcionales.

- ¿Cuál es la razón de que entre tantas fotos haga un aparte para las de Los Tubos?

-Yo, como muchos avilesinos, tengo un cariño especial a esas construcciones en las que estudié durante un año. Lo incomprensible es que no se dejara no uno en pie como legado, aunque afortunadamente nos quedan las fotos. En el caso de "Avilés en el pasado", las imágenes van acompañadas por planos originales que dan idea de con qué sencillez se diseñaron as estructuras, además de presupuestos detallados del coste que tuvieron. Este material añadido al libro es gentileza de José Alberto Díaz-Cases, al que estoy muy agradecido por la cesión.

- A diferencia de los álbumes convencionales de fotografías, "Avilés en el pasado" está enriquecido con textos alusivos a bloques temáticos de fotografías.

-Lo cual añade, confío, una amenidad en el momento de ojearlo para quienes adquieran el libro. Se trata de breves artículos escritos de forma desinteresada -cuestión que agradezco a sus autores- por periodistas locales y foráneos, historiadores y otras personas vinculadas estrecha y sentimentalmente con Avilés. Cada uno de ellos, hasta 19 en total, deja una pincelada literaria inspirada por un rincón de Avilés.

- En su opinión, ¿es Avilés una ciudad especialmente bien documentada histórica y fotográficamente hablando?

-Tenemos esa suerte y yo llevo cuarenta años preocupándome de que los tesoros legados por grandes fotógrafos que inmortalizaron la evolución de la ciudad no se pierdan o destruyan. No obstante, conviene acotar que hay abundante material de calles y espacios céntricos y de lo que hoy en día constituye el casco histórico, así como del puerto y la ría, pero escasean las imágenes de los arrabales y de los barrios. A mí, por ejemplo, me faltan fotos de época del poblado de mi infancia, el Francisco Franco, de Versalles y algunas que otras más.

- ¿Cuántas fotos antigua de Avilés tiene archivadas?

-Unas cuatro mil.

- ¿Y recurren a usted con mucha frecuencia con la esperanza de hallar esa foto que en un momento dado es necesaria para documentar una etapa histórica o tiene tintes sentimentales?

-No hace mucho hubo interés por encontrar una foto en la que se apreciaran bien las máscaras de piedra que decoran la fachada del teatro Palacio Valdés. Y apareció, claro. Ni se imagina la cantidad de veces que ocurre eso: personas que rastrea sus raíces y técnicos del Ayuntamiento o Patrimonio son los peticionarios más habituales, aunque es sabido que a todo el mundo le gusta mirar fotos de otros tiempos.

- O sea que las fotos antiguas no pasan de moda.

-En absoluto, muy al contrario es un material que se revaloriza con el paso del tiempo. Por eso insisto en la oportunidad única que supone hacerse con el libro que se pone hoy a la venta por mediación de LA NUEVA ESPAÑA.

- Resulta paradójico que en plena efervescencia de la fotografía digital y de la popularización de la toma de imágenes gracias a los dispositivos móviles la foto de autor cotice al alza.

-Es que las fotos como las contenidas en "Avilés en el pasado" tienen el poder de hacernos viajar en el tiempo y en su momento fueron obra de unos fotógrafos que eran verdaderos artesanos: hacían las capturas intentando captar la esencia de la ciudad en la que les tocó vivir -en algunos casos resolviendo la cuestión como verdaderos artistas-, tenían que revelarlas, descartar las tomas malas, imprimir las buenas... Y todo con unos medios técnicos que están a años luz de los actuales. Su mérito es enorme.

- ¿Cómo lleva lo del pirateo de las fotos en internet?

-¡Qué remedio me queda más que sufrirlo! Si denunciara cada vez que me "fusilan" una foto no saldría del juzgado.