La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los edificios de los años 60 están en peor estado que los de antes de la Guerra Civil

La Luz, Llaranes y el Nodo cuentan con los inmuebles más deteriorados porque se construyeron "muy deprisa", indica un informe arquitectónico

Bloques de edificios en el barrio del Nodo. MARA VILLAMUZA

Los inmuebles construidos en torno a los años sesenta presentan más deficiencias que los levantados antes de la Guerra Civil. Es una de las conclusiones que están sacando los arquitectos que están elaborando el Informe de Evaluación de Edificios en los de más de 50 años en Avilés -1.231 en total-. Esos bloques, además, suelen estar en los barrios "más populosos", como La Luz, Llaranes o el Nodo. "Los que se construyeron en los años 60 pertenecen a la época del desarrollismo: se diseñaron y se construyeron muchas casas en un periodo muy corto de tiempo y deprisa. Esos edificios presentan patologías fundamentalmente por la falta de cuidado en la ejecución. Sin embargo, en los que se hicieron antes de la Guerra Civil, son más contundentes; es más, suelen ser los que están catalogados en el Plan Urbano", afirma el arquitecto Javier Arbesú.

La prórroga de seis meses concedida por el Gobierno del Principado para pasar la "ITV" de los edificios -hasta el 31 de diciembre- ha dado un respiro a los propietarios de los más antiguos, que inicialmente tenían que haber presentado el documento el pasado 28 de junio, como máximo para evitar sanciones. Hasta entonces, la mayoría de las comunidades de vecinos no había pasado el trámite.

El informe tiene que estar realizado por un técnico con la titulación de Arquitectura, Arquitecto técnico o titulaciones equivalentes y debe incluir aspectos como el estado de conservación del edificio, su accesibilidad y un certificado de eficiencia energética. "En nuestras revisiones, como no utilizamos instrumentos especiales, no podemos detectar si hay problemas dentro de las estructuras. Son oculares y podemos advertir de las patologías que se ven, como fisuras, derrumbes, condensaciones... También aportamos cuestiones de modernización, como el ahorro energético", añade Arbesú.

Desde el despacho en el que trabaja Miguel Bretón en Avilés -BAU Estudio Arquitectos- han detectado que la gran mayoría de las edificaciones que ha tenido que revisar presenta "buenas condiciones". "Lo que tienen que hacer los vecinos en los edificios antiguos es tener la precaución de darles un buen mantenimiento. Lo raro debería ser encontrar alguna patología, aunque eso no pasa", apunta el arquitecto.

Bretón pone el énfasis en que los vecinos encarguen la realización de ese informe -"un documento muy importante"- a personas cualificadas. "Considero que el informe debe ser objetivo, profesional y honesto; hacerlo requiere su tiempo y eso influye en los honorarios. El precio suele ser entre 80 y 100 euros por vivienda, por menos, no lo haría y dudaría de las personas que ofrecen cantidades muy bajas por hacer ese documento", recomienda.

El arquitecto avilesino abunda en el tema de la certificación energética y, en ese sentido, aconsejó a los vecinos que quieran mejorar la calificación del edificio a que cambien las instalaciones energéticas, como las calderas de gasoleo, por otras más eficientes. "Eso es lo que con más probabilidades va a dar un cambio de letra en la calificación energética", añade. Los siguientes pasos ya serían las mejoras en la carpintería -ventanas, persianas...- y en el aislamiento de los edificios. Muchos de esos edificios antiguos carecen de aislamiento por la forma constructiva de la época, explica en ese sentido Arbesú. "Ahora es posible incorporarlo porque existen sistemas para hacerlo desde el interior", remata.

Compartir el artículo

stats