Una noticia periodística localizada por el director del Museo de la Mina de Arnao, Iván Muñiz, recupera la memoria de lo que fueron las primeras visitas turísticas al yacimiento. La crónica fue publicada en el diario "La Correspondencia de España", en septiembre de 1910, cuando la explotación se encontraba todavía en pleno funcionamiento.
"En el siglo XIX e inicios del XX viajar era una actividad profesional para las clases adineradas. Se organizaban rutas en las que se recalaba en todo tipo de lugares, incluyendo industrias importantes. Pero en este caso se trata de algo distinto, porque lo que se menciona es la organización de visitas a la mina dentro de los hábitos cotidianos de los veraneantes que residían en Salinas", señaló ayer Muñiz, al presentar el documento. "Por las mañanas, a la playa, en donde se forman numerosos corros; por las tardes excursión a Avilés, a las minas de Arnao que causan gratísima impresión a todos los que las visitan", dice la noticia de "La Correspondencia de España", localizada por Muñiz en el archivo del museo y que firma M. Cánovas del Castillo.
"Detrás de esta noticia se esconde una realidad más compleja. Estas expediciones a una mina que vivía sus últimos años de actividad son el síntoma de una fractura social. Las familias pudientes acudían a observar a los mineros en pleno trabajo como si fuesen una atracción más, un mundo exótico. No olvidemos que estamos en un momento clave de reivindicaciones laborales. Solo dos años después estallaba la gran huelga de 1912. En apenas unos kilómetros vivían dos mundos sociales divergentes", manifestó Muñiz. "Los participantes en los viajes pintorescos era frecuente que se enviasen crónicas de sus experiencias a los periódicos, tendencia que, en el caso de Salinas, fomentó su fama como destino vacacional", remató el especialista.
