J. B. B. ingresó en el centro penintenciario de Asturias el pasado 25 de junio tras meses fugado de la Justicia. El joven, natural de Cancienes, tiene 17 causas pendientes y una de ellas es la paliza que supuestamente le propinó a un sargento de la Guardia Civil, todavía pendiente de juicio. Ayer tuvo un maratón en el juzgado de la calle Marcos del Torniello: asistió a cuatro vistas orales, desde las 09.30 que comenzó la primera hasta las 13.30 que finalizó la última. Los juicios no pudieron desarrollarse antes debido a que J. B. B. estaba en busca y captura y no se presentaba a las citaciones que acumula desde hace tiempo, la mayoría por robos.

Tras su detención el pasado junio y su consiguiente ingreso en la prisión asturiana, el joven asistirá a cada una de las vistas, esposado y siempre custodiado por dos agentes de la Policía Nacional, como ocurrió ayer en las cuatro sesiones. En la tercera de ellas hubo conformidad entre las partes, es decir, aceptó un año de prisión por un robo con intimidación, según explicó su abogado en ese caso, Luis Tuero. De todas maneras, las causas por las que está en prisión son otras y una de ellas está pendiente de dirimirse en los Juzgados de Gijón, también por robo.

La primera sesión comenzó puntual, a las 09.30 horas. Defendido por Luis Tuero, J. B. B. se enfrentaba a un delito de robo con fuerza de una caja registradora en un bazar chino de Las Vegas (Corvera) registrado en 2016. El acusado se acogió a su derecho a no declarar. Tuero defendió que ya existe sentencia judicial para ese caso y explicó que los otros dos acusados quedaron absueltos, por lo que solicitó lo mismo para su cliente. "No hay testigos y no hay pruebas, por eso pido la absolución", señaló el letrado del joven de Cancienes.

La segunda sesión fue a las 10.15 horas y J. B. B. cambió de abogado. En este caso ejerció su defensa Jaime García Losa. El juicio se centró en un supuesto delito de receptación, es decir, en la presunta venta de objetos robados. El letrado pidió la absolución de su defendido porque, dice, no existen pruebas que incriminen a su cliente por una venta de objetos supuestamente robados primero en una chatarrería de Trasona y vendidos después en otra avilesina. Según J. B. B. "no realizó" ninguna venta. "Fue otra persona la que hizo la supuesta venta, como así figura en la factura de la chatarrería, no hay indicios de nada", señaló García Losa. Para este caso, la Fiscalía le pide un año y ocho meses de prisión.

La tercera causa estaba fijada para las 10.45 horas. El abogado fue Luis Tuero de nuevo y su cliente aceptó una conformidad que se traduce en una pena de un año de prisión por un robo con intimidación.

La cuarta causa comenzó a las 13.00 horas y fue la última del día. Ignacio Arévalo defendió al joven que en esta ocasión se enfrentaba a una pena de dos años de prisión, que reclama la Fiscalía. Se da la circunstancia además que el caso ya está juzgado y de él salieron absueltas tres personas que estaban acusadas de un robo con fuerza en un negocio hostelero de Villalegre, más concretamente, en la máquina tragaperras del local.

Tras la celebración de la vista oral, en la que el acusado también se acogió a su derecho a no declarar, la jueza ordenó la libertad provisional dado que la medida cautelar que pesaba sobre él, se centraba precisamente en su comparecencia en el juzgado tras haber estado meses en busca y captura.

Pese a esa decisión, el joven se mantendrá en prisión porque aún pesan sobre él otras trece causas, una de ellas en los juzgados de Gijón y también por un delito de robo, que le mantiene en la prisión de Asturias.