Un grupo de agentes de la Policía Nacional de Avilés resolvió ayer con una detención exprés un delito de atraco perpetrado por un hombre vecino de la ciudad que a última hora de la mañana entró en la sucursal del Banco Sabadell-Herrero de la calle Palacio Valdés y, a punta de navaja, logró un botín que fuentes consultadas por este diario cifraron en unos quinientos euros.

El atracador evidenció mucha calma, pues accedió a la sucursal bancaria a cara descubierta y como si se tratase de un cliente más hizo cola aguardando su turno para que le atendiera el cajero. Cuando el empleado le dio la vez sacó de entre sus ropas una navaja y, amenazante, exigió al cajero la entrega de dinero. Poco pudo coger, apenas puñados de monedas, pero pareció darse por satisfecho y huyó.

Ya en la calle, el asaltante apenas disfrutó unos minutos del botín conseguido delictivamente porque los agentes de la Policía Nacional desplazados al lugar una vez enterados de lo ocurrido por una llamada telefónica le echaron el guante casi de inmediato y previa comunicación del paradero del presunto atracador por viandantes que se habían dado cuenta de lo que estaba pasando y siguieron discretamente los pasos del joven en su huida del banco hasta averiguar dónde se había escondido. La revelación de ese lugar a las fuerzas del orden fue clave para la detención del sospechoso. Una vez más, la colaboración ciudadana ha resultado fundamental para esclarecer un delito y, en este caso, llevar al autor ante la Justicia.

El detenido, del que no ha trascendido la identidad, tiene entre veinte y treinta años y consta como residente en Avilés. La Policía Nacional le tiene confinado y bajo vigilancia en las dependencias de la comisaría de la calle Río San Martín a la espera de su paso a disposición judicial, que podría producirse durante el día de hoy.

El último precedente de atraco en la comarca se produjo hace ahora un año en San Juan de la Arena (Soto del Barco): un hombre de entre 50 y 60 años intentó llevarse a punta de cuchillo el dinero de la caja de una sucursal bancaria ubicada en la avenida de los Quebrantos: fracasó en su intento porque uno de los trabajadores le increpó y le consiguió reducir con la ayuda de varios de los clientes.