El abogado Pelayo Mijares presentó ayer su renuncia a defender a Natalio Grueso en el juicio por presuntas irregularidades en la gestión del centro cultural Niemeyer bajo su dirección, en el que afronta once años de prisión. El letrado alega "discrepancias insalvables e irreconciliables" con su ya excliente y que ha "desaparecido la relación de recíproca confianza exigible". Junto a Mijares renuncia también la procuradora, Covadonga Fernández-Mijares.

El letrado llevaba hasta ahora la defensa de Natalio Grueso en un proceso judicial que está cerca de avanzar un paso más. Y es que el "Caso Niemeyer" llegará a juicio en septiembre, casi seis años después del inicio de la investigación judicial, que se abrió en diciembre de 2012, si esta nueva situación no lo retrasa. El mismo escrito de renuncia explica que "a efectos de evitar una posible indefensión, que se suspenda el curso del procedimiento y se le requiera para que designe nuevo Abogado y Procurador que le defiendan y representen". La fecha prevista para la primera vista es el 24 de septiembre en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, por lo que Grueso tiene poco margen de maniobra para preparar su nueva defensa.

La complejidad del caso hace que 83 peritos y testigos vayan a pasar por la sala durante unas tres semanas de juicio. Entre esos testigos, se encuentran expatronos de la Fundación del Centro Niemeyer, anteriores representantes del Gobierno regional del PSOE y también consejeras en activo, como la de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela (exalcaldesa de Avilés), y la de Hacienda, Dolores Carcedo.

El Ministerio Fiscal pide para el exdirector del Centro Niemeyer Natalio Grueso once años de prisión, la mayor pena entre los cinco imputados en el caso, que afrontan una suma de veinticinco años y tres meses de cárcel, pago de multas que ascienden a 46.000 euros y de indemnizaciones por valor de 245.000 euros, como autores o cómplices de los presuntos delitos de malversación, estafa y delito societario que se les investigan.