Las celebraciones de Trasona comenzaron ayer y fueron los güelos de la localidad los encargados de darles el pistoletazo de salida con la "fiesta del jubilado". Como es tradición, dos de los vecinos más veteranos de la localidad recibieron un homenaje vecinal: Abdón Robledo, de 93 años, y Esther Suárez, de 95. Ella lleva cuatro años fuera de la parroquia, por lo que la reunión con los vecinos ha sido muy emotiva: "Estoy muy contenta de ver a las amigas". "Muchas gracias a los que me acompañáis en este día y que de aquí a un año nos veamos todos otra vez", sentenció él, tras recibir las placas en recuerdo del homenaje.

Ninguno de los dos nació en Corvera, pero los dos sacaron adelante a sus familias en el concejo, como tantos otros inmigrantes al amparo de la gran acería de la comarca. "Ensidesa nos trajo aquí. En mi caso, vine en el 47. Me casé en Lugo de Llanera con una asturiana y ya nos asentamos en Trasona", explica Abdón Robledo, que nació en Zaragoza, pero llegó a Asturias desde Salamanca buscando la seguridad de la empresa. Para Esther Suárez, la situación fue parecida, aunque ella se trasladó ya casada y con tres hijos desde Luarca, su localidad de nacimiento, hace ya 66 años. "Es un sitio muy bonito y muy tranquilo para vivir", sostiene.

Una fiesta no es nada sin una pitanza, que compartieron con los vecinos en la carpa situada junto al centro social, donde, tras la comida, Manuel Fernández Pendás y Alba Bravo protagonizaron una muestra de tonada acompañados por el gaitero Nel del Solo. La celebración continúa hasta el lunes. Hoy amenizará la verbena el grupo "Planet" y el trío "Bahía" y mañana se celebrará la tradicional comida de indianos, con más de 600 comensales.