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"Cuenta mi historia, por favor"

La conversación de un periodista de LA NUEVA ESPAÑA con el hombre atrincherado, que confuso y atemorizado amenazaba con "quemarlo todo"

Así sea solo por deformación profesional, a los periodistas se nos reconoce la virtud de ser buenos "escuchantes"; es decir, personas con capacidad para hacer fluir las conversaciones y que nuestros interlocutores se desahoguen, lo que suele tener efectos balsámicos. Fue lo que intenté cuando ayer de tarde sonó el teléfono de la redacción y el hombre al otro lado de la línea me contó que estaba encerrado en su casa, dispuesto a "quemarlo todo" porque la Policía iba a detenerlo por haber maltratado a su pareja y él bajo ningún concepto quería ir preso. Amenazaba con "tirarse por la ventana".

Para intimar me presenté y le pregunté su nombre, que me facilitó. Ya tuteándonos, le pedí que, ante todo, se tranquilizase y me contase para qué llamaba al periódico. "Para que contéis mi historia", respondió. "De acuerdo", asentí. Y comenzó a contar: que había discutido con su chica, que tenía antecedentes por denuncias previas de violencia de género -"pero por broncas, nunca pegué a ninguna mujer"-, que tampoco esta vez le había puesto "la mano encima" a su pareja -"no le pegué"- y que temía ir preso y eso sí que no, que de pisar la cárcel, nanai. Por todo eso se había atrincherado en casa y a la vista del cariz de los acontecimientos, con un considerable revuelo policial delante del edificio, exigía "un negociador" y "menos espectáculo".

¿Qué decir en estos casos? Pues supongo que lo que diría cualquier persona sensata: que aceptara ir a comisaría a prestar declaración si constaba denuncia de su pareja, que solicitara asistencia letrada, que lo más probable (en caso de ser verdad que no hubo violencia física) era que el juez no le mandaría a la cárcel, que seguir encerrado en casa amenazando con "quemarlo todo" sólo podría empeorar las cosas... Que recapacitase. Le dije que le llamaría en un rato, pero ya no me volvió a coger el teléfono. Yo mantengo mi oferta de contar su historia.

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